SpY es un artista urbano cuyas primeras actuaciones urbanas se remontan a mediados de los ochenta. Poco después, ya consagrado como primera figura en la escena del arte urbano, comenzó a explorar otras formas de comunicación artística en la calle. Su trabajo consiste en la apropiación de elementos urbanos mediante la transformación o la réplica, el comentario sobre la realidad urbana y la intromisión en sus códigos comunicativos. El grueso de su producción nace de la observación de la ciudad y de una apreciación de sus componentes no como elementos inertes sino como una paleta de materiales desbordante de posibilidades. La voluntad de juego, la cuidadosa atención al contexto de cada pieza y una actitud constructiva y no invasiva caracterizan inconfundiblemente sus actuaciones. Las obras de SpY quieren ser un paréntesis en la inercia autómata del urbanita. Son pellizcos de intención que se esconden en una esquina para quien se quiera dejar sorprender. Cargados a partes iguales de ironía y un humor positivo, aparecen para contagiar una sonrisa, incitar una reflexión, favorecer una conciencia un poco más despierta.