Diseñada por Montgomery Sisam Architects, la nueva ampliación del Innis College de la Universidad de Toronto transforma y moderniza un edificio existente al tiempo que preserva su identidad única y su sentido del lugar en continuidad con una tradición de aprendizaje, conexión e intercambio de ideas.
En un principio, la Universidad encargó a los arquitectos que desarrollaran un concepto para remediar la falta de espacio en el edificio existente y, al mismo tiempo, investigar nuevas vías que respetaran el tejido arquitectónico de la Escuela y reflejaran los usos contemporáneos y previstos. A lo largo del proceso de diseño se tuvo muy en cuenta el edificio existente, que combina una casa victoriana catalogada como patrimonio y una estructura de ladrillo de mediados de los años 70 obra de Diamond Meyers.
El diseño resultante da cabida a 2.000 estudiantes en una serie de espacios íntimos, como oficinas, aulas, una cafetería ampliada, un servicio de comidas y una azotea.
Varios espacios de doble altura y pozos de luz introducen luz natural adicional en los interiores del edificio. Al mismo tiempo, las fachadas transparentes permiten vislumbrar el corazón del diseño, que es un patio restablecido.
La escala, proporción y función del patio se asemejan a la idea de un ayuntamiento, con elementos modernos actualizados, como una sala de proyecciones de última generación. El patio, centro gravitatorio del edificio, también transforma un espacio verde hasta ahora infrautilizado en una acogedora zona al aire libre que extiende al exterior el corazón social del edificio. Un amplio jardín en la azotea de la cuarta planta ofrece un espacio adicional para reunirse lejos de las calles urbanas y el patio interior.
Las vías de circulación se integran a la perfección con la estructura histórica, mejorando el flujo de estudiantes dentro, alrededor y a través del edificio. El diseño también aborda los problemas de accesibilidad, proporcionando una mayor permeabilidad en el emplazamiento, aumentando las conexiones entre el interior y el exterior e incrementando la presencia de la escuela fuera de la vía principal de la Universidad.
De acuerdo con la política de la Universidad, la ampliación debía alcanzar un nivel de eficiencia energética un 40% superior a la norma ASHRAE del sector. Además, la Universidad de Toronto se ha embarcado recientemente en un plan de acción para reducir las emisiones de carbono, con un objetivo de 32 kg/C02e/m2 para las nuevas construcciones. La adicional registra actualmente una calificación de 11,9 kg/C02e/m2.
