Powerhouse Company ha completado la transformación de una histórica iglesia menonita en desuso de Rotterdam en un local contemporáneo para jóvenes aspirantes a músicos. El estudio adoptó un enfoque circular para la renovación, haciendo hincapié en la sostenibilidad y la conservación responsable.
Powerhouse Company es un estudio internacional de arquitectura con sede en Rotterdam. La filantrópica Fundación Droom en Daad -una institución dedicada a preservar el patrimonio cultural de Rotterdam- encargó al estudio la revitalización de la última iglesia menonita de la ciudad y la creación de Muziekwerf, un local permanente de ensayos y conciertos para jóvenes talentos musicales. Situado entre altos edificios y detrás de la bulliciosa Hofplein de Rotterdam, Muziekwerf ofrece un retiro del bullicioso centro de la ciudad.
El sobrio edificio de la iglesia fue diseñado por el arquitecto Gerrit Kuiper y construido en 1951. Anónima y olvidada, la iglesia fue adquirida por Droom en Daad a finales de 2019 - con su ubicación prominente, la renovación de Powerhouse Company ha abierto el edificio al entorno urbano más amplio.
El s tudio transformó la antigua iglesia en una instalación cultural de vanguardia orientada al futuro, al tiempo que conservó concienzudamente elementos clave como las características ventanas altas y el impresionante órgano Flentrop de 1954. El r
La única construcción nueva del proyecto es una estructura intermedia que se integra perfectamente en el vestíbulo de la iglesia y el anexo: la entrada principal de Muziekwerf, que sustituye a la entrada antes oculta. La entrada se inspira en los reflejos del agua y presenta un techo ondulado de material reflectante; conduce a un vestíbulo, oficinas y estudios de música. En el vestíbulo, Powerhouse Company amplió las ventanas para mejorar la conexión con la plaza pública. El estudio también añadió un bar en esta zona.
En la primera planta, los estudios más pequeños están construidos en forma de caja con paredes falsas y suelo elevado para permitir el aislamiento. El techo rebajado de un estudio incluye una placa acanalada para mejorar la acústica y oculta una celosía de hormigón.
A lo largo de 930 metros cuadrados, Powerhouse Company adoptó un enfoque circular para la renovación de la iglesia, haciendo hincapié en la sostenibilidad, la conservación responsable y la reutilización. «Los bancos originales de la iglesia se transformaron en asientos y paneles en el vestíbulo, mientras que las baldosas de pizarra del vestíbulo de la iglesia se reutilizaron para la entrada y los zócalos», explica el estudio. «En lugar de sustituir los marcos de madera de las ventanas, se restauraron cuidadosamente para mantener el patrimonio del edificio».
La dedicación de la Fundación Droom en Daad a preservar el patrimonio cultural de Rotterdam fue clave para el éxito del proyecto: el uso de materiales sostenibles fue una prioridad compartida entre el cliente y el equipo de diseño de Powerhouse Company. Se fabricaron sillas de colores con botellas de PET recicladas y se restauraron los herrajes de las puertas y las lámparas originales de baquelita. Nuevos azulejos de ton-sur-ton con una sutil variación de color complementan el alicatado original restaurado. El suelo de Marmoleum, creado con una elevada proporción de materias primas naturales, y el tejado de PVC reciclable añaden más credenciales ecológicas a la transformación del edificio.
Como nuevo local de música, se necesitaban soluciones acústicas avanzadas para gestionar los niveles de ruido en toda la estructura de hormigón. Powerhouse Company aplicó diseños personalizados a cada una de las distintas salas de Muziekwerf: mezclando lo antiguo y lo nuevo y contrastando tonos apagados con texturas de hormigón en bruto, el estudio reveló la historia estratificada del edificio. «Elementos como nubes de yeso, marcos de ventanas de hormigón y azulejos originales se mezclan con toques inspirados en la década de 1950, creando un espacio donde el pasado y el presente se encuentran», dice Powerhouse Company.
Los paneles radiantes del techo en los espacios más grandes de Muziekwerf garantizan que las vigas de hormigón permanezcan visibles; la calefacción por suelo radiante en los estudios de música elimina la necesidad de incómodos radiadores.
En la sala de música principal, los suelos de roble claro y los paneles 3D de madera de las paredes (que dispersan las ondas sonoras) contribuyen a crear una sensación de calidez. Aquí, el uso de cortinas de terciopelo azul y cristales que reflejan la luz en el balcón ayudan a maximizar la luz natural.
Reflexionando sobre el proyecto, Powerhouse Company afirma: «Esta transformación demuestra cómo el patrimonio y el diseño contemporáneo pueden unirse para fomentar la creatividad en la próxima generación de músicos».
