Barry Callebaut, líder mundial en la fabricación de productos de chocolate y cacao de alta calidad, trasladó su sede de Zúrich a un nuevo edificio y encargó a Evolution Design el diseño de las nuevas oficinas.

Uno de los objetivos del proyecto era crear un fuerte vínculo con la cultura de Barry Callebaut y sus productos de confitería. Para satisfacer esta demanda, los arquitectos crearon un concepto de diseño que refleja la variedad de sabores, aromas y texturas de los productos del cacao. Se aplicó un sinfín de materiales, patrones, hápticos y gráficos: Las texturas de la madera y los distintos tejidos, los materiales naturales -como el suelo de corteza de cacao reciclada, el papel pintado de flores de azafrán, el corcho y el musgo- y una combinación de colores terrosos reflejan el espíritu de sostenibilidad, innovación y placer sensorial de la empresa chocolatera.

"Asignamos las características de la marca Barry Callebaut a diferentes áreas de la oficina, creando un lenguaje a medida de materiales, colores, patrones, háptica y gráficos. Este enfoque crea un espacio de trabajo con mucha diversidad y elección y, al mismo tiempo, refleja la pasión y los valores que la gente comparte y de los que se enorgullece en Barry Callebaut", explica Stefan Camenzind, director ejecutivo de Evolution Design.

En línea con la visión de Barry Callebaut, el concepto de lugar de trabajo presta especial atención a la sostenibilidad y el bienestar. Se utilizaron materiales ecológicos, certificados y reciclados, así como vegetación interior, para crear un ambiente interior saludable, productivo y agradable. Las plantas generadoras de oxígeno especialmente seleccionadas, combinadas con sensores, permiten controlar el clima interior y ajustarlo automáticamente en función de los datos recibidos. Se desarrollaron normas de sostenibilidad a medida para cumplir con los puntos de referencia del proyecto en cuanto a condiciones óptimas de iluminación, calidad del aire interior, temperatura ambiente, niveles de ruido e impacto ambiental.

Para favorecer la circulación del personal entre las tres plantas que ocupa Barry Callebaut en un edificio de varias plantas, los arquitectos dispusieron escaleras internas que conectan tres núcleos en cada planta. Utilizados principalmente como puntos de encuentro para las pausas, las reuniones informales y los almuerzos, estos centros permiten una circulación óptima del personal y crean una sensación de recorrido por las distintas zonas.

Una academia de chocolate integrada permite al personal y a los visitantes ver a los chocolateros crear nuevos productos y participar en clases magistrales. Situada frente a la entrada principal, la academia de chocolate totalmente acristalada crea la primera impresión de la nueva sede, reflejando la pasión de Barry Callebaut por los productos de cacao, la artesanía y la innovación.
