Dialéctica entre lo público y los lugares adecuados a los habitantes de un aulario infantil.
La construcción del aulario infantil en el centro existente CEIP “Vicente Blasco Ibáñez” en Cheste (Valencia) se plantea como una oportunidad de investigar e intervenir en la frontera entre el centro escolar y el núcleo urbano de Cheste, así como de conseguir la especificidad necesaria requerida por el programa dentro de los espacios libres comunes del centro.
El aulario se instala en el límite de la parcela y se adapta a su geometría irregular. No se pretende imponer un volumen abstracto ajeno a las características del lugar, sino aceptar las condiciones del mismo.
Se crea un límite preciso, se define el carácter lineal de la fachada que separa el espacio escolar, o de juego, del espacio urbano y establece los grados de intimidad. El tratamiento de la fachada se pretende unitario en toda su longitud, tanto se trate de “cerramiento” (entre el espacio interior del aulario y la calle) o de “vallado” (entre los espacios libres, huerta o jardín y la calle) en cuyo caso permite una mayor permeabilidad.
La morfología tanto de las aulas como de los espacios libres se va adaptando al trazo encontrado en el lugar; en cambio, hacia el patio interior, las piezas de las aulas recobran su identidad y geometría arquitectónica, cada una de ellas se afirma como pieza independiente al igual que el espacio libre que les corresponde.
El programa se unifica mediante un espacio de circulación principal. Lejos de ser un simple corredor, se considera lugar de encuentro entre los diferentes programas por el tratamiento que recibe: prolongación visual al exterior, acceso directo a un patio-huerta, trazado variable, iluminación cenital y posible extensión del aula polivalente.
