El proyecto está situado en Mosha, Damavand, a 60 km de Teherán, a 2.400 metros sobre el nivel del mar, y tenemos un invierno muy fuerte.
La superficie del terreno es de unos 600 m2 con unas dimensiones de 30 x 20 metros y una pendiente del 20%. Según la siguiente expresión, nos enfrentamos a una circunstancia tan difícil y tratamos de hacer todo lo posible para aprovechar el espacio y el terreno disponibles para satisfacer las demandas del cliente. Debido a esta descripción, decidimos dividir el terreno en 3 partes: la más grande se encuentra en el norte del terreno para ubicar el edificio donde está el camino correspondiente. La segunda parte se destina a actividades de ocio al aire libre y la tercera será la zona verde del terreno.
A partir de esta base, diseñamos el sótano para el entretenimiento (compuesto por un jacuzzi y un bar) que está directamente conectado con la zona de entretenimiento exterior, donde hay una piscina climatizada, una chimenea y una zona multiusos.
La planta baja se utiliza para la zona privada (zona de descanso) y diseñamos 2 volúmenes diferentes, uno pequeño para el dormitorio principal del cliente y otro grande utilizado para la entrada de la villa y los dormitorios de los invitados. Para tener más espacio y añadir más funciones a esta planta, decidimos ampliar ambos volúmenes y girarlos 30° en la parte sur para tener un dormitorio más en la parte oeste y también para tener un dormitorio principal más grande. Además, estas ampliaciones de la planta baja nos permiten cubrir parcialmente la piscina (útil para usarla en invierno en los días de nieve) y cubrir totalmente la zona de la chimenea. Por último, empujamos una parte norte del volumen mayor para tener la entrada del edificio y crear un tercer volumen pequeño utilizado como aparcamiento.
El último nivel (primera planta) se destina a la vivienda, también dividida en 2 volúmenes, uno para el salón y otro para la cocina y el comedor. Estos volúmenes se colocan perpendicularmente a las plantas inferiores para tener una función adicional de las extensiones de la planta baja: dos grandes terrazas. El salón está situado en la planta superior por la espectacular vista que tenemos del paisaje circundante.
Este concepto nos permitió disponer de una mayor superficie en la villa y una mayor zona ajardinada, con el fin de satisfacer todas las necesidades del cliente.
La mejor decisión fue hacer una villa en armonía con las montañas que la rodean dándole una forma que se asemeja a ellas y alargando algunas zonas de los pisos un metro alternándolas, de esta manera se formaron canchas, lo que facilitó tanto el drenaje del agua de lluvia como los recuerdos y está muy en armonía con el entorno en el que se encuentra. Además, se decidió dar un color completamente blanco al edificio para camuflarlo con la nieve en invierno y darle importancia en verano. Por último, se utilizaron grandes superficies acristaladas para admirar la hermosa vista de las montañas.