La casa se encuentra en el barrio de Nervión de Sevilla, dentro de un tejido urbano donde actualmente conviven todo tipo de viviendas individuales y colectivas. La parcela es estrecha y profunda, entre medianeras, con una única fachada a la calle de 7 m de ancho.
El deseo inicial del propietario era tener un jardín en la azotea para el disfrute de la familia. En su lugar, se decidió colocar el deseado jardín como parte unitaria de la zona de día de la casa, ocupando el conjunto toda la primera planta, desde el patio abierto al fondo de la parcela, hasta la calle de acceso, pasando por el que se asoma y mira.
Esta decisión condicionó automáticamente la estructura funcional del resto del edificio. La segunda planta alberga el dormitorio principal. En la planta baja se ubican los dormitorios de los niños, en el sótano una sala multifuncional, el trastero y las instalaciones.
Junto con el jardín anterior, dos patios -el trasero, ajardinado con tres perales caleros, y el central, ajardinado con bambú-, más la cubierta verde, entrelazan y multiplican las relaciones existentes entre los distintos espacios.
La fachada a la calle sólo muestra el hueco que abre el jardín de la primera planta a la ciudad y el gran zócalo metálico que combina los accesos y los armarios técnicos.
La construcción de los tabiques se ha realizado en cartón yeso, tanto en el interior como en el exterior, y la piel exterior del edificio se ha recubierto con un fino mortero blanco. Los suelos interiores se han realizado con madera de roble y filita aserrada, una piedra que también se ha utilizado en las paredes de baños y aseos. En el interior, las puertas y armarios son de madera lacada, un acabado que también se ha utilizado para revestir las paredes interiores con puertas, creando superficies lisas y homogéneas.
En el exterior, en los pavimentos no ajardinados y en los acabados verticales, se han utilizado lamas de madera de iroko y el vaso de la piscina se ha revestido con mosaicos de vidrio.
Para controlar la ganancia solar y la privacidad deseada, se ha diseñado un sistema de toldos y persianas que protegen algunos acristalamientos y permiten cerrar la apertura hacia la calle.