Para el proyecto de la Grande Brasserie, he recurrido a mi experiencia parisina para poner en marcha el proyecto, al tiempo que intentaba darle una identidad propia. Era importante evitar un pastiche sin alma. Así, los primeros bocetos nos llevaron a un lugar más bien precioso (revestimientos de madera, relieves de yeso, mármol de Carrara...) que contrastamos progresivamente con elementos "crudos" como la estructura de hormigón imperfecta, las escaleras de terrazo, las barandillas de acero negro muy sencillas, las suspensiones industriales y una colección de mariposas naturalizadas que dan un aspecto de gabinete de curiosidad ..... Estos dos mundos (el del lujo y el de la crudeza) crean una interesante tensión que ha dado al lugar su propio ADN.