Este edificio toma medidas meticulosas para estar en armonía con su entorno. Lo hace a través de su estructura, materiales y función. El proyecto se construyó teniendo en cuenta los deseos de los clientes, el reducido presupuesto (menos de 190 dólares por pie cuadrado) y el entorno del lugar.
El primer reto consistía en enmarcar tres vistas opuestas conservando todos los robles existentes en el lugar. A menudo, los árboles se talan para dejar espacio a las vistas. En este caso, los robles eran muy viejos y valiosos para los clientes. Las vistas eran importantes, ya que eran el principal atractivo de la propiedad. Desde el lugar son visibles tres formaciones terrestres conocidas localmente: la "Roca del Águila", una cresta montañosa y el valle de viñedos que hay debajo.
Para abordar estos puntos de vista opuestos, diseñamos el edificio como tres tubos rectangulares que se cruzan. Los tubos se extienden como dedos entre los árboles existentes, orientados hacia cada formación terrestre. Como una cimentación convencional cortaría las raíces de los árboles existentes y mataría a los robles, un arborista y un topógrafo nos ayudaron a localizar puntos precisos entre las raíces para anclar los pilares al lecho de roca. La casa se construyó entonces sobre pilotes que encajaban en las pilas de hormigón perforadas.
En la intersección de las tres vistas, localizamos una zona entre las raíces donde se podía verter una pequeña cimentación, que estabilizaba la estructura y era el único lugar donde el edificio tocaba el suelo. Aprovechamos estos pequeños cimientos de hormigón para construir una escalera que permitiera entrar en el edificio, e incorporamos una bañera común con vistas a los viñedos de abajo.
Para reducir los costes y cumplir los objetivos de sostenibilidad de los clientes, el edificio se dimensionó utilizando láminas de madera estándar (contrachapado y OSB sin terminar) para minimizar los residuos, y el interior se revistió con las mismas láminas de madera.
Revestimos el edificio con acero bruto sin terminar, que cambia de color con el sol y adquiere vida propia gracias a la "lata de aceite" natural. Crea un impresionante telón de fondo para las sombras proyectadas por los árboles circundantes, creando una dramática interacción entre la fachada y las sombras.
