El origen de Vila-seca, en el siglo XII, se produce en el período de repoblación de Tarragona después de un largo tiempo donde el territorio estuvo abandonado, siendo tierra de frontera entre al-Andalus y el condado de Barcelona. En esencia, el origen de la población se puede entender fundamentalmente como una intersección de caminos entre el eje que unía Cambrils con La Canonja, con el eje que unía Reus con el mar. En el punto central del cruce, la iglesia de San Esteve como elemento fundacional a partir del cual se fue formando el primer casco urbano amurallado. Ya durante en el siglo XVI, el casco urbano de Vila-seca crece a lo largo de los dos ejes perpendiculares seminales fuera de las murallas. Este crecimiento suburbano bidireccional se materializa mediante hileras de casas entre medianeras que se apoyan sobre el camino inicial, que rápidamente se ramifica para acoger más viviendas.
La casa entre medianeras para Sandra, Mario y sus dos hijos, es una de las casas que colonizan una ramificación del camino que unía la población con el mar, dónde el crecimiento suburbano fue más insistente. Siguiendo la estructura típica de las hileras suburbanas, la parcela presenta una geometría rectangular con solamente 4m de ancho y 15,60m de longitud con una sola fachada a la calle.
Debido a las escasas medidas de la parcela, la estrategia del proyecto, que se explica básicamente a través de la sección, se basa en la exploración volumétrica del espacio a través de la formalización de un volumen ligero, que contrasta con la densidad i la masa del tejido urbano del centro histórico, al que se le practican algunas sustracciones, poniendo especial atención a la circulación de la luz y a la riqueza del espacio.
La escalera, en una posición central y pegada una de las medianeras, articula la vivienda y, a la vez, actúa de lucernario iluminando los espacios centrales, más alejados de las fachadas. En la otra medianera se dispone una franja de espacios técnicos. La posición de este núcleo central, libera dos espacios diáfanos a cada uno de los lados que permiten acoger el programa deseado de sus habitantes.
En sección, la vivienda presenta asimetría de vaciados. En primer lugar, un patio posterior captador orientado a suroeste en continuidad con las estancias de planta primera permite la iluminación y la ventilación cruzada de la casa. Este patio se acompaña de un doble espacio que permite mejorar la calidad espacial y maximizar la penetración de la luz natural en el interior de la vivienda. En planta baja, un vestíbulo polivalente en contacto con la calle permite desdibujar los límites y apropiarse del espacio público, y en planta tercera, la reculada de la buhardilla permite la formación de una terraza en altura más privada.
En la organización de la estructura general de la vivienda se ha procurado potenciar la ligereza y la transparencia de todos los elementos, las circulaciones fluidas, las visuales profundas, y la iluminación y la ventilación natural cruzada de los espacios para obtener unas condiciones de habitabilidad confortables en todas las épocas del año mediante sistemas pasivos. A la vez, el proyecto propone un diálogo con las distintas capas del tiempo para construir un collage que acepta el juego y el azar a través de la materialidad, conservando y haciendo evidentes los muros de piedra existentes de las paredes medianeras, y utilizando materiales propios de la identidad del lugar y de bajo impacto ambiental como la cerámica, la madera y el mortero de cal.
En coherencia con el concepto de la vivienda, la fachada posterior del patio orientada a suroeste se ha concebido como un gran espacio captador vidriado que permite que toda la casa reciba la máxima iluminación posible en invierno, disponiendo de persianas de protección solar en verano. La fachada que se presenta a la calle, en cambio, de orientación nordeste, más pesada, presenta una composición de llenos y vacíos que busca establecer un diálogo y una continuidad con la morfología de las casas entre medianeras del centro histórico de Vila-seca.
Equipo:
Arquitectos: NUA arquitectures (Arnau Tiñena, Maria Rius, Ferran Tiñena).
Arquitecto colaborador: Manu Prieto.
Arquitectos técnicos: Maria Escoda, Albert Vilà (amidaments).
Cálculo estructural: Albert Pujol.
Constructora: Baser obres i interiors.
Estructura: Manuel Marin
Carpinteria: Fusteria Jaume Olivé.
Mobiliario: DM Espai Fusta.
Fotografías: Jose Hevia.