Piedmont, Langhe, Roero. Hemos llegado a Bra. Villa Trisano está aquí, con vistas al paisaje y a los Alpes. Es una casa de campo de clase alta. Está en la colina, escondida entre los árboles. En el mismo lugar donde existía la antigua lechería de la familia, de la que hereda el nombre.
Los orígenes y el paisaje sugieren a los propietarios el futuro del edificio en el negocio de la hospitalidad. El proyecto replantea la relación con el contexto. De lo oculto a lo abierto. La idea: abrir los ojos de Villa Trisano. Hacer que el edificio emerja de los árboles. Simples ventanas abren la vista al paisaje.
El edificio se revitaliza con pequeñas intervenciones y un enfoque mínimo. Las fachadas se limpian de añadidos y el porche se completa. Aquí la petición es vinculante: no lo derriben.
La columnata se convierte así en una oportunidad para nuevas relaciones con el parque. Una "narración de historias". Comienza con la invitación a la Villa, a la que se llega por la parte trasera y termina en los espacios transparentes, una bisagra entre la vida interna y externa del jardín.
La recuperación se lleva a cabo en varios frentes, potenciando cada componente renovable. Las estructuras se mantienen gracias a intervenciones de refuerzo y se reduce el consumo energético sistematizando diversas medidas de eficiencia y aislamiento. El parquet interior se realiza reutilizando las vigas del antiguo techo. Las puertas históricas son restauradas.
Por un lado, el deseo de leer el volumen histórico. Por el otro, soluciones funcionalistas. Donde prevalece la necesidad, se corta el pasado, se abren relaciones, se rompe la disposición de la fachada. Equilibrios y disonancias para ofrecer una nueva imagen contemporánea, opuesta a la reconstrucción histórica.