Bienvenido al lugar. Ese es el mensaje que recibes nada más entrar en la recepción del renovado Village Fitness. Un espacio joven y atrevido que no te deja indiferente. Sé urbano, sé sano y practica deporte en el lugar destinado a ser el mejor gimnasio de Portimão.
Además de la remodelación del gimnasio existente, este club también se ha ampliado. En cuanto surgió la oportunidad, la dirección del club no dudó en ampliar la tienda adyacente, duplicando su superficie. Por este motivo, se reestructuró todo el club. Parte del reto era poder estructurar este club manteniendo los espacios existentes en funcionamiento, jerarquizando las diferentes áreas en una geometría compleja, desarrollando un circuito interno claro y coherente entre lo existente y la zona de ampliación.
La zona de recepción está marcada por la tensión visual creada entre el mostrador propuesto y la caída del techo existente, creando una fuerte dinámica que ha servido de lema para los demás espacios de este club.
Cromáticamente, los colores neutros y el hormigón -que se ha dejado al descubierto a propósito en los pilares existentes- dan a este club un carácter muy urbano. Para crear una energía vibrante y positiva en torno a este espacio, sentimos la necesidad de introducir un tercer tono más cálido, presente en los distintos elementos de madera. Ocasionalmente y con un objetivo muy gráfico, también tenemos acabados en mostaza y negro.
Junto a la zona de recepción están el salón y la sala de ejercicios principal. Este último es básicamente un espacio polivalente hacia el que convergen los demás espacios secundarios, pero no por ello menos relevante. La diferenciación de los tonos de gris en el suelo de vinilo define el eje principal de circulación.
Aprovechando la configuración de la sala principal de ejercicios, la zona de pesos libres se define por su delimitación cromática. Es un espacio totalmente negro, con una iluminación más cruda y colocada para acentuar esta separación.
A un lado de la circulación principal, tenemos un espacio triangular en el que se encuentra el Estudio de Spinning. Se trata de una sala diseñada para provocar un tipo de experiencia única. Con tiras verticales de LEDs RGB que convergen en un escenario triangular retroiluminado, insertado en un espacio completamente negro, creamos una experiencia de formación totalmente inmersiva.
La conexión entre las dos tiendas -el club existente y la zona de ampliación- está marcada por un pórtico. Este es uno de los espacios más importantes del club. Cualquier persona que entre en el club entiende claramente que debe pasar por este espacio para llegar a los vestuarios. Acentuando gráficamente la convergencia hacia este espacio, un túnel negro refuerza esta idea de paso entre dos cuerpos. Dejando atrás la zona renovada, entramos en el antiguo club. En esta zona del club predominan los colores blanco y negro. En nuestra opinión, los vestuarios son un elemento fundamental para definir la calidad de un club y su imagen debe reflejar el resto de los espacios. Siguiendo este principio, se ha desarrollado una identidad muy fuerte desde el punto de vista visual, trabajando únicamente con el contraste de colores blanco y negro, elegante y moderno.
Esta es la nueva identidad del gimnasio Village Fitness. Un club irreverente. Un club urbano.