La vivienda unifamiliar se ubica en la zona norte de Argentona y según premisas iniciales de los clientes que trabajan en un ámbito forestal, la casa debía construirse mayoritariamente en madera. Así pues se proyectó una casa preindustrializada de madera de bajo consumo energético.

Con 260 m2 divididos en 3 plantas, la casa se construye entre medianeras, con una cubierta abuhardillada y con una fachada a calle con un acabado enfoscado de cemento para seguir con la estética del casco antiguo. En cambio, la fachada en el interior de parcela, se recubre mediante unas lamas verticales de madera de Alerce, con un tratamiento de lasur blanco que las refuerza contra la intemperie y les da una tonalidad clara, que aporta luminosidad y las integra en el conjunto de fachadas interiores de manzana.

En la planta baja empieza el programa funcional con la zona de día, destacando un amplio salón-comedor con cocina abierta, que disfruta de la terraza exterior orientada a Sur, incluyendo un porche de transición con el interior. El mobiliario a medida de la cocina y de la separación permeable con el salón mediante baldas de madera, personaliza del espacio. El programa sigue en planta primera con la zona de noche: tres habitaciones y dos baños, que satisfacen las necesidades de la familia. Y sigue en la planta superior con zona la de buhardilla. Una ligera escalera metálica con huellas de madera, comunica verticalmente las tres plantas de forma fluida y genera unos espacios intersticiales más íntimos, con una zona de juego para los niños y otra zona de trabajo para los padres, en la planta primera y segunda respectivamente.

El sistema de preindustrialización, mediante forjados de vigas de madera contralaminada y envolventes mediante entramados ligeros de madera, permite un proceso constructivo rápido y eficiente. Y con su acabado interior de tableros de madera OSB en todos los forjados, se consiguen unos ambientes cálidos y confortables, potenciados por la utilización de un pavimento interior de madera natural.

A nivel de eficiencia energética, se ha dispuesto de un generoso aislamiento térmico y de un sistema de ventilación que proporciona aire continuamente filtrado. Esta configuración de demanda energética mínima sumada al uso de placas fotovoltaicas para autoconsumo permiten reducir el consumo energético de la casa hasta un nivel nulo. Todo esto supone beneficios directos para la salud de los habitantes, que disfrutan de una vivienda eficiente, cálida y ecológica.