No es de extrañar que los arquitectos se encuentren reurbanizando espacios antiguos para programas contemporáneos nuevos y emergentes, ya que Budapest es conocida por su rico y complejo patrimonio arquitectónico. Encontrar un lugar para programas modernos dentro de una envoltura histórica es un problema especialmente interesante, ya que estos programas a menudo están aún en proceso de clarificar las disposiciones espaciales que requieren. Pannka Part es un nuevo tipo de centro comunitario y lúdico situado en medio de una animada zona residencial con acceso a la orilla del Danubio.
La Casa Palatinus, que es principalmente una estructura residencial pero fue una de las más opulentas y contemporáneas cuando se construyó en 1911, cuenta con un espacio diseñado para el centro a nivel del suelo.
Las extraordinarias alturas interiores de la propiedad y las enormes puertas que ofrecen una vista impresionante del Danubio, la isla Margarita y las colinas de Buda son sus rasgos definitorios. El espacio original tuvo que dividirse para atenerse a la lógica organizativa de la estructura conservando su integridad y grandeza. En general, la expresión arquitectónica se mantiene al mínimo, permitiendo que los niños y los juguetes creados especialmente para ellos aporten color y vida a la habitación.
La adición de atractivas vistas cruzadas entre las distintas zonas de juego es un aspecto destacado de la renovación. La geometría del espacio original es totalmente visible a través de estas nuevas conexiones visuales y físicas. Aunque las salas de actividades están separadas entre sí, están sin embargo conectadas por grandes zonas interiores acristaladas ocultas bajo el techo. Esto facilita la navegación por el centro al tiempo que garantiza que padres e hijos sean recibidos en un espacio en el que se sientan seguros y cómodos. El gran acristalamiento sobre las puertas también permite la entrada de luz solar en las salas de actividades interiores, reduciendo la necesidad de iluminación artificial.
Las distintivas aberturas de la fachada no sólo proporcionan una impresionante vista del Danubio, sino que también animan la zona alentando a nuevas familias a utilizar las instalaciones del centro de juegos.
En el corazón del centro se encuentra el parque infantil gratuito. Los transeúntes y visitantes son recibidos con una mirada en este espacio con un ambiente especialmente fresco, tranquilo y acogedor. Además de las paredes estructurales revocadas, el principal acabado interior de los elementos añadidos es el pino. Se utiliza madera contrachapada de pino para revestir todas las paredes nuevas, mientras que todos los muebles diseñados específicamente están hechos de chapa de pino. De este modo, la expresión arquitectónica del espacio sigue siendo un telón de fondo para la colorida vida que los niños y los juguetes aportan al entorno. El único espacio en el que se permite que dominen los colores es el cuarto de baño, donde los visitantes se enfrentan al brillo del mosaico de coral. El concepto arquitectónico queda resaltado por el lúdico mostrador de recepción, que es esencialmente un gran tablón de anuncios que cobra vida.
El barrio cuenta ahora con un centro de juegos único que acoge a niños de 0 a 6 años en un espacio que fomenta una buena interacción con el entorno construido, gracias a que el ayuntamiento ha reparado el edificio histórico, antaño en ruinas. Una necesidad durante estos años formativos, pero que a los jóvenes padres urbanos a menudo les cuesta poner en práctica.
