Haus Hoinka, del Atelier Kaiser Shen de Stuttgart, se describe como "una casa de balas de paja en el centro del pueblo". Situada en Pfaffenhofen, un pequeño pueblo histórico cercano a la ciudad de Heilbronn, en el suroeste de Alemania, el diseño de Haus Hoinka es típico de la región.
Haus Hoinka se construyó utilizando materias primas naturales y renovables; de hecho, los componentes individuales de la estructura pueden reciclarse y reintroducirse en la naturaleza. "Todo se basó en la idea de utilizar balas de paja combinadas con yeso de arcilla como envoltura térmica", explica el Atelier Kaiser Shen. "El objetivo de Haus Hoinka era realizar las seis fachadas -incluidos el tejado y el forjado- con este método de construcción con balas de paja". El método consiste en prensar balas de paja en un armazón de madera con un grosor de 36,5 cm. La construcción con balas de paja, una práctica tradicional que data de finales del siglo XIX, es cada vez más popular debido a su sostenibilidad ecológica: la paja es un material orgánico, de origen local, fácil de conseguir y reciclable. Además, es relativamente barata.
Prescindiendo del elaborado proceso de sellado e impermeabilización de las balas de paja, el Atelier Kaiser Shen optó por elevar el edificio del suelo: "La casa compacta descansa sobre una cruz de hormigón y cuatro soportes", explica el arquitecto. "Cuando las contraventanas de madera están cerradas, da la impresión de un monolito de madera elevado". La veta y el tejado de Haus Hoinka están en consonancia con el entorno del pueblo. Su base de piedra y su voladizo de madera están diseñados para garantizar un diálogo arquitectónico con las casas de entramado de madera que caracterizan Pfaffenhofen.
La sencilla forma exterior de la casa Hoinka oculta el hecho de que se trata de una vivienda adosada: dos unidades residenciales conectadas al nivel del jardín a través de un único tramo de escaleras; las puertas de entrada están situadas en la planta baja. La casa está dividida longitudinalmente en la primera planta y transversalmente en la segunda, lo que permite a los residentes disfrutar de vistas panorámicas.
En ambas plantas, ocho habitaciones de aproximadamente 4 x 4 metros están diseñadas de forma indeterminada (a excepción de los cuartos de baño ya instalados). En la planta baja, la cruz de hormigón y los cuatro soportes de las esquinas (que elevan la casa), crean cuatro espacios abiertos. "El cliente decidió realizar un apartamento de abuelita en uno de estos cuatro espacios", dice el arquitecto, "y otros desarrollos como un jardín de invierno, un taller o una habitación de invitados son posibles opciones futuras".
La uniformidad en el diseño es un aspecto clave de la Casa Hoinka. "La uniformidad de las habitaciones también se refleja en la fachada", dice el arquitecto. "Todas las habitaciones de las plantas superiores tienen ventanas de forma idéntica, y sólo las puertas de los balcones interrumpen el [flujo]". En el ático, "se instalaron ventanas de cinta ancha y forma idéntica". La noción de uniformidad se extiende a la configuración general de la casa. Es posible dividir aún más las dos unidades adosadas por plantas, creando cuatro pequeños apartamentos. "En este escenario", dice el arquitecto, "la escalera interior se convierte en un hueco de escalera que da acceso a dos unidades residenciales". Este diseño flexible garantiza que la casa sea una residencia adaptable que pueda hacer frente a futuros cambios en las circunstancias vitales.
Las credenciales ecológicas de House Hoinka se extienden al uso de fuentes de energía regenerativas. La electricidad se genera mediante paneles solares integrados en el tejado como una capa impermeable completa. "Los módulos solares forman el componente más pequeño de la casa y se corresponden con la rejilla de las claraboyas, así como con la rejilla de la casa en su conjunto", explica el Atelier Kaiser Shen. Describiendo el edificio como uno con un "equilibrio ecológico particularmente bueno", el arquitecto afirma que "en comparación con una casa adosada nueva convencional del mismo tamaño, hecha de ladrillos o tejas y con aislamiento clásico, se ha ahorrado un 95% de CO2". Alrededor de 100 toneladas de CO2 se almacenan en los 140 metros cúbicos de madera utilizados para la casa".
En la Casa Hoinka, las ventajas de utilizar un material aislante renovable como la paja son claramente evidentes. Además, el Atelier Kaiser Shen demuestra que una casa de balas de paja constituye una morada realmente estética.
