Un mes después de recibir a sus primeros visitantes y casi dos décadas desde su creación en un antiguo almacén del mismo emplazamiento, el Istanbul Modern, diseñado por el renombrado estudio de arquitectura Renzo Piano Building Workshop, ha abierto oficialmente sus puertas esta semana. Tras un traslado temporal a un local de 120 años de antigüedad en el vecino barrio de Beyoglu, el museo ha vuelto por fin a su ubicación original.
El emblemático edificio, que ocupa una superficie de más de 10000 m2, se alza majestuoso en el histórico paseo marítimo de Karaköy, importante punto de encuentro de las vías fluviales del Bósforo y el Cuerno de Oro.
La estructura rectilínea presenta una forma pesada, con tres imponentes volúmenes envueltos en una fachada de vidrio y aluminio que refleja la esencia del contexto. Los paneles de aluminio evocan una cualidad iridiscente al reflejar los colores cambiantes del cielo, al tiempo que se inspiran en la cercana vía fluvial del Bósforo e imitan las escamas de los peces.
La planta baja de la estructura se asienta en una envolvente acristalada que sirve de prolongación del paseo marítimo y ofrece vistas infinitas de la vía fluvial. Alberga una cafetería, una biblioteca, puntos de información sobre museos y una zona de talleres exclusiva para el Proyecto Discovery, realizado en colaboración con el Centro Pompidou de París.
La primera planta alberga varias galerías, un espacio preparado para pop-ups, amplias y elegantes oficinas para el personal y un restaurante con una terraza exterior que ofrece vistas panorámicas del Bósforo. En la planta superior se encuentra una galería que alberga la colección permanente de arte contemporáneo del museo.
En el interior, una gran escalera central, sello distintivo del estilo arquitectónico de Renzo Piano, da la bienvenida a los visitantes para explorar los niveles superiores del edificio, desde el vestíbulo hasta la azotea. Aquí, una piscina serena y reflectante refleja a la perfección la vitalidad del Bósforo, a la vez que sirve de apreciado punto de encuentro para las gaviotas.
Al conservar las obras de numerosos artistas de renombre en sus galerías, la misión del museo va más allá de mostrar la narrativa histórica de Turquía y abarca el deseo de mostrar también su esencia contemporánea, dando como resultado un tapiz cautivador que refleja la vida, la cultura y el arte turcos.