La renovación y ampliación de una casa existente en Hauts-de-Seine, un suburbio de París, combina estilos arquitectónicos de los años treinta y modernos. El proyecto fue dirigido por Hemaa Architectes, con sede en París, cuyo enfoque defiende una arquitectura arraigada en la historia y la geografía de un lugar.
El solar estaba ocupado por una casa tradicional de piedra de molino de los años treinta. Para este proyecto concreto, Hemaa Architectes conservó una parte de la residencia original destacada por su patrimonio arquitectónico; el resto de la casa se demolió debido a su estado ruinoso.
"Un análisis técnico e histórico de la estructura existente demostró que la casa había sufrido varias transformaciones, en particular ampliaciones volumétricas que, con el tiempo, habían dañado gravemente la estructura original", explica el arquitecto. "Por lo tanto, se tomó la decisión de dividir la estructura en dos a lo largo de un muro de carga de ladrillo, dejando sólo la parte noble en buen estado".
Las piedras de la demolición se almacenaron in situ y posteriormente se reutilizaron para crear una nueva fachada complementaria a lo largo del muro de carga expuesto. La ampliación contemporánea se funde con la tipografía natural del lugar: está semienterrada en el lado adyacente a la calle y, en el lado del jardín, se alinea con los edificios vecinos.
Un hueco (pasaje) acristalado actúa como nueva entrada de la casa y proporciona una transición limpia entre los dos estilos arquitectónicos, tendiendo un puente entre las formas tradicionales y contemporáneas. "La neutralidad del estilo arquitectónico del hueco permite que cada época destaque por sí misma", explica Hemaa Architectes. En el lado del jardín, la nueva ampliación rodea la sección original de piedra de molino, cerrando una zona de terraza aislada.
Hemaa Architectes optó por utilizar un ladrillo largo de color claro para la ampliación. El ladrillo recuerda el estilo de los edificios de piedra de molino y ladrillo macizo de Hauts-de-Seine. Los marcos de las ventanas son de hormigón arquitectónico blanco y los de roble natural. La arquitectura del lado que da a la calle se ha reducido al mínimo para mantener la intimidad de los residentes. En la parte trasera, la extensión se abre a un largo jardín plantado de árboles frutales.
"La fachada del nivel inferior, que alberga el salón como continuación del jardín, está totalmente acristalada, con ventanales correderos que proporcionan una apertura total a la naturaleza", explica Hemaa Architectes. "El patio proporciona ventilación natural a este espacio de paso". En la planta baja de la casa, que está a nivel de la calle, el pasillo acristalado conduce a una terraza que da al jardín. La cocina y el comedor se abren a la terraza.
Los dormitorios están situados en el primer piso y bajo las vigas de la sección de piedra de molino; una pasarela en el pasaje acristalado conecta ambos lados. El suelo de la planta baja y del sótano es de hormigón encerado; en los dormitorios es de parqué de roble macizo.
Gracias al uso de energías renovables (bomba de calor reversible y doble flujo), la casa ha obtenido la certificación PassivHaus.
Superficie total: 275 metros cuadrados.
Superficie renovada: 60 metros cuadrados.
Nueva extensión: 215 metros cuadrados.