Los rodapiés de aluminio Falkit® son la gran alternativa a los rodapiés de madera, ya que no generan problemas en contacto con la humedad a la hora de la limpieza.
Son de sencilla instalación, ya que se colocan por medio de adhesivo sellador en base polímero híbrido mono componente. Las estrías de la parte trasera permiten fijar mejor el pegamento
En la parte superior e inferior tiene unos pequeños resaltes con el fin de evitar su desbordamiento.
Acabados
Los rodapies del Sistema Falkit® se pueden presentar en tres acabados distintos. Por un lado está el acabado en bruto de fabricación y por otro lado están el anodizado y lacado.
Lacado
Recubrimiento de pintura poliéster en polvo con un espesor de capa entre 60 y 80 micras, cuyos colores se encuentran dentro de una amplia gama de colores RAL, tanto en mate como en brillo, así como texturados.
Para su limpieza deben utilizarse productos lo más neutros posibles, evitando los productos básicos o ácidos así como los abrasivos, etc…
Anodizado
El anodizado es un proceso químico mediante el cual se aumenta de manera artificial la capa de óxido de aluminio que, por naturaleza, recubren los perfiles. Este aumento de espesor logra por un lado aumentar la protección frente a la corrosión y, desde el punto de vista estético, crea una acabado más uniforme en color y tono.
Instalación
La instalación recomendada de los rodapiés de aluminio Falkit® se realiza mediante adhesivo-sellador de montaje, distribuido en cordones por la parte estriada de los perfiles y mediante presión sobre la pared en la que se colocan.
Remates
La gama de rodapiés de aluminio rectangulares dispone de dos tipos de tapas de remate de aluminio y disponibles en el mismo acabado que los rodapiés
Mantenimiento y limpieza
El aluminio es un material que requiere un mantenimiento mínimo y de gran sencillez. A continuación, se presentan las recomendaciones de limpieza y mantenimiento del mismo en función de su acabado para conservar un acabado y prestaciones perdurables en el tiempo.