Ágora doméstica
Esta vivienda, orientada a poniente sería un gran inconveniente si no llega a ser por sus excelentes vistas a un gran parque lleno de arbolado (almeces, palmeras, ficus centenarios, etc..).
Los clientes nos pidieron una cocina abierta al salón pero con una cierta independencia espacial. También tres habitaciones bien delimitadas y una zona de despacho/estudio. Además valoraban muchísimo poder tener una amplia terraza para disfrutar de las privilegiadas vistas al parque.
La reforma se resuelve como un “ágora”, un espacio abierto, asambleario, una suerte de yin yang, común y privado donde tres bocas o salidas conectan y vuelcan ahí (cocina, hall habitaciones y terraza).
Para potenciar esta idea, esos “huecos” se matizan en distinto color, en este caso en arena y terracota.
En este proyecto se ha trabajado el uso de distintas cerámicas siempre en la misma gama cromática y jugando con las juntas en suelos y paredes para romper el estereotipo de revestimiento cerámico tradicional.
La terraza se amplía con un elemento acristalado que se introduce en uno de los dormitorios y ese espacio ganado se piensa como un gran jardín que introduce y continúa con la vegetación del parque.
Esa gama cromática que guía el proyecto sólo se ve interrumpida por la habitación infantil, el armario cabecero es una abstracción de nubes malvas, una licencia tomada deliberadamente para crear una atmósfera idealizada y especial que crea un ambiente vibrante y creativo.
