El nuevo volumen escolar nace como solución a unas necesidades de espacio del edificio existente, que deriva de un incremento de alumnos. Este nuevo edificio está ubicado al lado del antiguo, y alberga tanto aulas, como otros usos comunes que darán servicio a la escuela primaria.

La volumetría final es el resultado de tres condicionantes. En primer lugar, la restringida ordenanza urbanística, que limita el ámbito de actuación, por otro lado, el edificio existente, y la necesidad de relación entre ambos volúmenes, y finalmente el gran cedro existente en la parcela.

La solución arquitectónica resulta en un prisma que cierra la C actual del complejo. La propuesta plantea la circulación en torno al patio superior, en claustro, relegando las aulas a los espacios exteriores, buscando la orientación suroeste y garantizando así una correcta iluminación del espacio formativo.

El edificio existente contaba con dos escaleras de evacuación que no cumplían con las exigencias de la normativa. La primera decisión a nivel de distribución programática paso por reubicarlas en el nuevo volumen y emplear el espacio que ocupaban como puntos de conexión con el existente. Estas nuevas escaleras, situadas en los extremos del volumen, se convierten, gracias al color y a su posición en fachada, en una parte importante de la imagen del colegio.

Con respecto a la composición, se busca integrar el volumen con el edificio actual mediante las cornisas y dotar al nuevo centro de identidad gracias a una segunda piel. Esta segunda piel exterior, resuelta a través de una estructura metálica modular, dibuja un motivo geométrico con líneas verticales, horizontales e inclinadas. Estas lamas cuentan con distintas inclinaciones, fomentando la riqueza visual y buscando las mejores condiciones de protección solar según su orientación.

De esta manera, la fachada no sólo tiene una función climática, sino que, junto al gran cedro, otorgan de identidad al nuevo centro educativo. El proyecto, abraza el gran árbol, respetando su posición e integrándolo en la propuesta como parte de la nueva imagen del colegio.
Además, este proyecto, es un referente en cuanto a la gestión en la construcción. Gracias a la coordinación con el colegio y la constructora, se organiza el faseado de las obras junto con el calendario escolar, evitando grandes afecciones al centro, y permitiendo una buena convivencia entre la obra y el curso escolar.



