La creadora de Artchimboldi, Anna Truyol, se distingue por su inquietud y su incansable búsqueda de transformar a las personas y humanizar el entorno empresarial a través de los espacios. Después de casi una década trabajando como ingeniera en una multinacional sin encontrar sentido a su trabajo y buscando la forma de transformar el mundo empresarial, decidió dar un giro a su carrera. Recuerda claramente cómo las reuniones en la multinacional solían llevarse a cabo en hoteles impersonales, en salas frías y con iluminación poco acogedora.
En aquel entonces, hace más de 20 años, no se prestaba mucha atención al cuidado de los espacios de trabajo ni al bienestar de las personas que los frecuentaban. Fue entonces cuando decidió fundar Artchimboldi. Así, hace casi dos décadas, creó un nuevo concepto de concebir las dinámicasempresariales:un entorno de trabajo con la calidez y el espíritu de una casa.


Durante estos años han pasado por Artchimboldi empresas de todo el mundo como Nestlé, Ikea, Novartis, Puig, Nike, Bimbo, etc.
Cuando Anna creó Artchimboldi en 2005, ella misma lo diseñó y decoró y lo ha ido transformando constantemente. Ahora, junto a su amiga arquitecta y colaboradora en otros proyectos como Artchimboldi Menorca, Emma Martí, han renovado la sede original de Artchimboldi en la Dreta de l’Eixample de Barcelonacon el propósito de inundar el espacio de luz e introducir la calidez de la madera para lograr un ambiente lleno de creatividad, además de acogedor.


Anna y Emma optaron por preservar elementos originales, como molduras, suelos de mosaico Nolla y detalles de carpintería, para mantener la autenticidad y el carácter histórico de la vivienda. Además, decidieron actualizar las estancias introduciendo dos materiales clave: la madera de pino y el cristal texturizado. La madera aporta calidez y, al dejarse sin tratar, otorga un toque moderno a los espacios, destacando sobre una base modernista. La aplicación de estos materiales, el hilo conductor del proyecto, se llevó cabo en la entrada, en varias puertas separadoras de ambiente, en la zona de los lavabos, el pasillo y también en la galería.
El acceso a Artchimboldi se realiza a través de un cubo proyectado en madera de pino sin tratar y cristal texturizado, que permite la entrada de luz y a la vez crea un espacio acogedor. Inspirándose en la tradición del feng shui, la entrada a un espacio es especialmente importante porque es el inicio de todo, da importancia a ese momento inicial y ayuda a ordenar el espacio.


Dentro del espacio, se han instalado varias puertas correderas y con guías vistas, siempre fabricadas en madera y cristal con textura, que permiten separar o integrar las zonas de trabajo con un sencillo movimiento y aprovechar al máximo la luz natural. Esta intervención buscó mejorar la funcionalidad y aportar mayor flexibilidad a los espacios interiores, permitiendo ampliarlos o reducirlos según las necesidades de los visitantes. “Las empresas necesitan flexibilidad para reunirse, dividirse en grupos, mover el mobiliario, cambiar el montaje, es necesario que se pueda hacer de manera natural”, explica Anna.
Las puertas separadoras, así como las de acceso al baño y el cubo de la entrada, cuentan con una altura de unos tres metros aproximadamente, una esbeltez y ligereza que se ha potenciado con un perfil de la madera lo más delgado posible (5 cm).
En la galería, se han dispuesto bancos corridos en madera de pino, que continúan la intervención del resto de los espacios y la convierten en un espacio agradable con mucha luz para reuniones en pequeños grupos.


El acceso a los baños se hacía a través de un pequeño pasillo oscuro, por lo que se optó por instalar dos puertas de acceso por cada lado, en madera de pino y cristal texturizado, y conectar ambos baños con un cristal divisorio que permite la entrada de más luz y una mejor visualización de los detalles del forjado.
Además de la introducción de estos elementos de madera y cristal, Emma y Anna han querido “limpiar” Artchimboldi de elementos superfluos o poco significativos, siempre con la idea de simplificar, ir a la esencia, creando un espacio armonioso. En este sentido, se eliminaron los cielos rasos para aumentar la amplitud y la altura de las estancias. Se instalaron guías con iluminación a través de focos que permiten simplificar el alumbrado, además de resaltar el sistema constructivo y otros elementos, como el sistema de calefacción / aire acondicionado. Para esto último, se optó por un tubo helicoidal de acero galvanizado pintado en blanco.
De hecho, salvo algunas excepciones como las estancias de paso que están pintadas en negro, se prefirió el color blanco para aportar luminosidad a los espacios de trabajo.
La renovación de esta vivienda modernista representa un compromiso con la preservación y valoración del patrimonio arquitectónico de la ciudad, al tiempo que se adapta a las necesidades de un espacio de versátil y polivalente.


Anna ha realizado la selección del mobiliario, buscando en mercados europeos y creando piezas únicas modulares, como las mesas de reuniones, que permiten un uso versátil y funcional y que también venden por encargo a sus clientes. En este sentido, la intención de Anna es la de conectar a la gente de manera profunda, explorar la hospitalidad como un conducto para la pertenencia, el confort, la empatía y la confianza. “Sentimos que pertenecemos cuando nos reconocemos en quienes nos rodean, por eso es importante la belleza cercana, sencilla. En el corazón de la hospitalidad está el sentido de comunidad”, explica Anna.
Siguiendo con la línea de sus espacios, Artchimboldi también ofrece todos los servicios necesarios para organizar una reunión de empresa: tecnología, herramientas, mobiliario, ideas, organización, e incluso el servicio de cocina que es clave, porque “las mejores fiestas o los mejores momentos empiezan y terminan en una cocina”, añade Anna. Por eso el servicio de cocina se diseñó con la misma importancia que el espacio, ofreciendo opciones actuales, inclusivas, veganas, healthy y presentadas con la misma belleza que Artchimboldi.


Equipo:
Arquitecto: Emma Martí
Fotografía: Pol Viladoms
Cliente: Artchimboldi


Material utilizado:
Muebles
Entrada
1. Pufs Alki
2. Mesa antigua Francia
3. Lámpara TMD de Santa & Cole
Área de escritorio
1. Lámpara antigua
2. Sillón de última parada
3. Impresión de carteles o fotografías de portada de revistas.
4. Lámpara de suspensión GT7 de Santa & Cole
Cocina
1. Papel pintado de 9 selvas de Javier Mariscal para Tres Tintas
2. Refrigerador Smeg
3. Lámpara trípode de Santa & Cole
Pasillo de cocina
1. Cajonera Última Parada
2. Lámpara TMC en rojo de Santa & Cole
3. Mueble para guardar platos antiguos Francia
Salón Chim
1. Mesas modulares diseñadas por Anna Truyol para Artchimboldi
2. Sillas Belloch de Santa & Cole
3. Perchero de hierro, diseño de Anna Truyol para Artchimboldi
4. Sofá Mag gris de Hay (Nordicthink)
5. Mesas de centro plegables, de papel y fieltro Molo Design
6. Lámpara TMM de Santa & Cole
7. Foto Manu Quiñonero
Galería
1. Banco diseñado por Emma Martí realizado a medida con madera de pino.
2. Lámparas colgantes HeadHat Bowl de Santa & Cole
3. Sillas Belloch de Santa & Cole
4. Mesas de hierro La Europea Madrid
5. Mesa de madera + sillas de madera Mesa La Europea Madrid, sillas Bélgica
6. Cojines Mikmax
Sala de Arte
1. Mesa de madera La Europea Madrid
2. Cajonera Last Stop
3. Taburetes plegables, de papel y fieltro Molo Design
4. Pufs Livingstones de Smarin
5. Sofá cama Cordón, Pilma
6. Muebles de almacenaje antiguos con ruedas, Francia
7. Sillón LCW de Plywood Group de Vitra
sala taurina
1. Cuadro del torero Miguel Macaya
2. Sillón de cuero antiguo, Bélgica
3. Lámpara TMM de Santa & Cole
DiRoom
1. Sofá de terciopelo verde Mag de Hay (Nordicthink)
2. Cartel antiguo Francia
3. Mesa de centro de heno (Nordicthink)
4. Lámpara de pie Tripode de Marset
5. Sobre la chimenea, lámpara tipo cesta de Santa & Cole
6. Cuadro de figura azul Manu Quiñonero
7. Mesas modulares diseñadas por Anna Truyol para Artchimboldi
8. Sillas Belloch de Santa & Cole
9. Lámpara trípode de Santa & Cole
10. Muebles antiguos de madera Última Parada
Balcón
1. Mesas y sillas de hierro antracita
2. Silla desierto de Ferm Living
