Atom es un proyecto ubicado en un espacio comercial muy pequeño donde las restricciones de tamaño nos animaron a trabajar en estrategias de diseño que respondieran al plan de negocios y presupuesto del cliente. Atom logra la máxima rentabilidad del espacio porque el área de preparación de alimentos es similar a un camión de comida. La sala de almacenamiento y los baños se diseñaron en un área mínima, esto nos permitió tener más espacio para los comensales.

Es un restaurante que se inspiró en los comensales tradicionales estadounidenses. Este diseño se basa en referencias creadas por franquicias de comida rápida pero de forma sutil y elegante. Detrás de este proyecto existe una fuerte investigación sobre la experiencia sensorial de los comensales, así como el uso de un lenguaje semiótico arquitectónico, y una narrativa que conecta a los usuarios con una experiencia gastronómica completa para comerse una hamburguesa aplastada.

El concepto se origina en la conexión de símbolos y significados de lo que reconocemos en un restaurante de comida rápida tradicional. Los colores utilizados como el amarillo y el rojo se refieren a la mostaza y el ketchup y se utilizan para conectar fragmentos de memoria de experiencias previas de comida rápida pero de forma delicada. Para este proyecto, utilizamos solo materiales regionales y artesanos locales. Nos propusimos diseñar el pavimento con las tradicionales baldosas de hormigón pulido, luminarias y mobiliario.

El diseño de Atom también consiste en enfatizar el uso específico de la cerámica tradicional del occidente de México, los azulejos que usamos son irregulares y producidos de manera tradicional, por lo que cada color y dimensión son siempre diferentes, sus formas y uniones nos permitieron lograr texturas únicas donde incluso se pueden notar huellas. de los artesanos. Lo mismo ocurre con cada luminaria que se creó a partir de placas de peltre, bombillas quirúrgicas y tubos de metal que le dan al espacio un aspecto alegre y divertido.

Atom evoca una inspiración particular, The Nighthawks de Eduard Hopper, nuestro diseño gira en torno al color, las texturas y las luces. También empleamos chapa de acero inoxidable texturizada que se usaba tradicionalmente en los comensales de los 60, para optar por una base de look retro en contornos geométricos y usar ventanas semicirculares en la fachada.

Atom se conecta con su contexto día y noche. Une experiencias previas de comensales estadounidenses tradicionales, desalentando la típica franquicia y posicionando una nueva aventura culinaria. Y, sobre todo, conecta a los usuarios con el placer de comerse esta nueva hamburguesa aplastada atómica en la ciudad.