Este nuevo proyecto de interiores se integra a la oferta de programa del nuevo Centro Cultural de la Quinta Montes Molina en Mérida, Yucatán. El objetivo del proyecto va más allá de cubrir una necesidad y propone la reinterpretación del programa de restaurante y tienda para generar un lugar único en el Centro Histórico de Mérida que propicie el encuentro social, la propuesta gastronómica de autor y la difusión de la cultura en un mismo espacio.

De este modo el espacio combina los usos de restaurante, café y librería, complementados con terrazas que conectan con los espacios del centro cultural. El restaurante Avelino & María hace referencia al legado de los primeros propietarios de La Quinta mientras que la librería-café Dos Encuentros habla de los vínculos creados en el tiempo entre casa y espacio público, tradición y contemporaneidad, persona y comunidad. El restaurante contará con cocina de autor, curada por la chef Xochitl Valdés mientras que la librería será la primera en su tipo en la ciudad.

El diseño de interiores se adhiere a los vanos y ritmos compositivos provistos por la estructura, dejando expuestas sus columnas y techos de concreto y enfatizando las vistas exteriores a través de sus ventanales. El lenguaje interior se compone principalmente del uso arquitectónico de la madera construyendo un faldón perimetral que articula secciones con celosías que permiten la entrada de luz filtrada y vanos sólidos que contienen la luz artificial. La disposición de los elementos parte del ritmo compositivo del edificio y reinterpreta tableros y cornisas de los interiores neoclásicos de la casa museo. Otros detalles de color, textiles y tipos de mobiliario suelto hablan de esa liga con el edificio pre-existente y sus objetos.

El faldón perimetral de madera, de carácter contemporáneo, delimita el área principal de comensales y se convierte en su recorrido en libreros y nichos de exhibición de los cuales se despliega un plafón más bajo que demarca el área para las salas de lectura y café. De este modo adquiere un rol ornamental y a su vez organiza de manera armoniosa tres programas diferentes en el espacio sin que los mismos pierdan su presencia o jerarquía.

En los ventanales se diseñó un mobiliario integral que combina la función de asiento tipo booth hacia el interior y exhibición de libros hacia el exterior. La exhibición puede tener diversos estilos de display al poder combinar piezas móviles tipo “repisa”. La presencia de madera en los ventanales aporta una calidez propia del espacio interior que contrasta con la arquitectura blanca del exterior e invita a los visitantes.

En el techo flotan marcos horizontales para el control acústico e iluminación indirecta dejando la losa de concreto estructural aparente. La barra central hace una función de vértice de actividad integrando la ventana a cocina abierta, barra para comensales, panadería y café. Su materialidad integra acento de color expresado en un tapete de mosaico de pasta en piso y madera en su paño vertical.

El resultado es un programa híbrido que invita a estar, a la permanencia y el encuentro, enmarcado por referencias históricas reinterpretadas en un lenguaje actual que dé continuidad al oficio, el detalle y la participación de la luz en el espacio.

Equipo:
Arquitectos: Materia + Gustavo Carmona
Colaboradores: Karla Uribe, Marisol Fernández, Gabriela Horta, Isabel Pacheco, Héctor Martínez. Interiorismo: Materia
Fotografía: Jaime Navarro Soto

