En este proyecto de clínica dental, contábamos con un local muy alargado, con una fachada bastante estrecha, por lo que la prioridad era ganar la mayor luminosidad posible.
Para ello se distribuye favoreciendo los espacios abiertos y las comunicaciones visuales entre espacios con el uso de vidrio.
Las áreas cerradas y opacas se disponen en una pastilla ocupando un lateral del local. Éstas se forran con un vidrio laminado coloreado que gracias a su acabado aporta limpieza a un área con un uso intensivo (baños, sala de rayos x y esterilización), y gracias a su reflejo, aporta luminosidad a toda la profundidad del local.
El distribuidor de la clínica tiene un recorrido quebrado para salvar los elementos estructurales existentes, en este paramento integramos armarios para almacenaje de suelo a techo.
El acceso a los gabinetes se realiza a través de unas puertas pivotantes de 110 cm de ancho realizadas en vidrio esmerilado, que aporta intimidad si perder la luminosidad del vidrio transparente.
Se emplea en detalles una madera de roble para aportar calidez a zonas de espera y en los pasos a los gabinetes a través de dinteles y jambas para marcar el ancho de la divisioria quebrada.
El pavimento de la clínica se resuelve con un vinilo continuo en rollo pegado sobre una base nivelada para favorecer la limpieza y asepsia necesaria en los espacios sanitarios. En este proyecto, hemos garantizado que todos los espacios de uso público sean accesibles, manteniendo un ancho mínimo de pasillo y asegurando un diámetro interior de 150 cm en los espacios interiores.
Creemos que en los espacios sanitarios la accesibilidad universal debe ser una premisa, integrando las exigencias normativas en el diseño desde el inicio.
