Col. Roma, CDMX- En el sótano de Casa Basalta, una casona porfiriana de principios del Siglo XX, se aloja la nueva sucursal de 'El Auténtico Pato Manila'. En ella, se busca fusionar la esencia espacial de las dos culturas gastronómicas que se mezclan en la cocina de este lugar: la taquería tradicional mexicana y el 'Street Food’ Oriental, compartiendo una atmósfera de carácter íntimo y ordenado. La distribución del espacio parte de dos áreas principales: servicio y comensales. Estos espacios, separados por los anchos muros estructurales de la casa y conectados por un pasillo en el centro, forman una planta en forma de H.
El funcionamiento del proyecto se planteó a partir de los ejes rectores dictados por las circulaciones y por la disposición de la cocina expuesta a los clientes, misma que está delimitada por las barras y que se convierten en elementos protagonistas. La configuración del piso, el despiece del cerámico en muros y la ubicación de los espejos también obedecen a dichos ejes.
El uso de espejos en muros da al usuario una sensación de amplitud y realza los elementos de latón y acero inoxidable. El piso de terrazo fabricado de manera artesanal alude a la estética de las taquerías tradicionales de la Ciudad de México y contrasta con el predominante color blanco del cerámico. Rompiendo con la simetría y el orden del espacio, la iluminación se interpretó como la disposición de varios elementos colocados de manera irregular y que cuelgan del techo a diferente altura.