La torre de apartamentos está situada en Itaim Bibi de São Paulo, un barrio en profunda transformación, que está pasando del tejido tradicional de viviendas unifamiliares en extensión horizontal a un skyline de edificios en altura, principalmente viviendas que satisfacen una creciente demanda residencial de una próspera clase media alta en la capital económica de Brasil.


El edificio tiene 123 viviendas y consta de una torre de 25 alturas sobre una base de zonas comunes (squash, piscina cubierta, restaurante, salón social, etc.) y aparcamiento en superficie. La torre, enormemente condicionada por las limitaciones volumétricas impuestas por la normativa y por los estrictos requisitos de optimización funcional, alberga pequeñas viviendas con amplias terrazas individuales. El proyecto busca maximizar la esbeltez de la pieza y destacar, sin estridencias gratuitas, en el monótono mar de rascacielos indiferenciados de São Paulo como una "singularidad de buenas maneras".


Las plantas se articulan en dos crujías paralelas y un núcleo central de comunicaciones que incluye dos baterías de ascensores panorámicos. Los huecos principales de las viviendas se abren a norte y sur, con balcones profundos para evitar la excesiva radiación solar, mientras que las fachadas este y oeste, las más expuestas en el clima de São Paulo, se resuelven con predominio de superficie opaca protegida por una fachada ventilada de piezas cerámicas vidriadas de gran formato. En los laterales de los balcones el revestimiento cerámico se convierte en celosías que preservan la intimidad de las viviendas y enmarcan las vistas desde el interior de las casas. El juego y la combinación de colores de las piezas de revestimiento persiguen la individualización cromática de cada nivel así como la búsqueda de una singularidad que aporte el valor cualitativo diferencial buscado por el cliente que deseaba específicamente una torre colorista.



El edificio se convierte así en una esbelta torre en la que, sin embargo, es posible reconocer las distintas viviendas por el color y el entramado que rige la construcción. En las plantas superiores, la ampliación del núcleo central y las viviendas de mayor tamaño rematan el edificio de forma escalonada para fundirse con el perfil urbano y generar amplias terrazas para el disfrute de las inmejorables vistas sobre la ciudad.



Client: ERC / GR / Huma
b720 Team: Fermín Vázquez, Sonia Cruz, Aline Foltran, Albert Freixes, Francesc de Fuentes, Peco Mulet, Gemma Ojea, Marc Pi, David Sebastian, Miguel Yurrita
Photography: Nelson Kon



