Pardo Café nace como un espacio que busca fusionar diseño, arquitectura y café. El espacio está diseñado para ser un lugar de permanencia y contemplación, logrando esto a través de cuatro aspectos clave: la materialidad, la iluminación cálida, la abundante vegetación tanto en el interior como en el exterior, y las aperturas generosas en sus dos fachadas horizontales.





En cuanto la materialidad, se combinan elementos naturales cuidadosamente seleccionados: paredes y pisos de concreto pulido envuelven el espacio y le dan carácter con su textura cruda, el uso de madera de encino natural en mobiliario y volumen de servicios genera un contraste cálido. El verde olivo, color distintivo de la marca, se presenta en el área de preparación, separando visualmente esta del área de comensales, mientras que las transiciones entre materiales y alturas generan una experiencia de recorrido visual fluida.





Este equilibrio entre materiales, iluminación y vegetación crea un ambiente acogedor y sereno, invitando a los visitantes a relajarse y disfrutar del entorno. Además, la conexión visual y espacial entre el interior y el exterior permite que el café se expanda hacia el exterior, eliminando la frontera entre ambos.


