La casa fue diseñada para una pareja que se había jubilado recientemente. El objetivo principal era crear un lugar de refugio, cómodo y en diálogo directo con el entorno y el paisaje. Una casa para recibir a la familia y a los amigos. La casa se preparó para alojar cómodamente a la pareja hasta los últimos momentos de su vida, con el objetivo de convertirse en su residencia principal y definitiva.

Dada la razonable pendiente del terreno, dividimos el programa de la casa grande en tres niveles con usos muy bien definidos. Cada nivel es un volumen rectangular colocado transversalmente entre sí, formando un conjunto arquitectónico compuesto por amplias líneas ortogonales.




Partimos de la definición de un nivel intermedio, justo por debajo del nivel de la calle, en el que se concentran todas las actividades y usos que de una forma u otra pueden formar parte de la vida de la pareja. Este nivel ha sido diseñado para ser autosuficiente, como una casa de planta baja, permitiendo un fácil acceso a todas las habitaciones. En esta planta, además de la gran suite principal y una suite de invitados, se encuentran el cine en casa, la sala de estar, el comedor, la cocina y los trasteros, el spa, los aseos y la ansiada bodega. Todos estos ambientes están directamente integrados en la zona de ocio, que incluye una gran terraza, una zona gourmet, una terraza, una sauna y una piscina. La división entre los espacios interiores y exteriores se oculta deliberadamente mediante grandes paneles de cristal que se esconden dentro de las paredes, proporcionando una integración total de los ambientes.

El nivel inferior contiene el garaje, el gimnasio, la lavandería, las áreas técnicas y otras dependencias del personal.
El volumen superior toma el protagonismo en la composición, ya que tiene un carácter más formal y simbólico, al estar "anidado" en el nivel intermedio que se oculta en el paisaje. El nivel superior alberga las dos grandes suites para niños, una suite para invitados y una gran suite para niños. Estas habitaciones cuentan con una despensa de apoyo.

La inspiración del diseño se basa en el lenguaje arquitectónico modernista y su tradición de componer grandes volúmenes ortogonales. Busca minimizar las formas, los ambientes y los acabados para componer un gran escenario donde los protagonistas son los individuos. El diseño interior se compone de referencias a distintos momentos de la producción nacional y completa el ambiente con un énfasis en la madera y los colores inspirados en el paisaje y la naturaleza.

Los materiales elegidos forman parte del repertorio de la arquitectura moderna de São Paulo, abusando del uso del hormigón y la madera. Para los marcos se eligió el aluminio.
El mayor reto del proyecto fue ubicar la casa de forma que se equiparara la gran superficie habitable común y la gran pendiente del terreno, respetando el paisaje y sin afectar al perfil natural del terreno.

El espacio que alberga el salón y el comedor funciona como un gran articulador de todas las estancias, conectando con la calle, con las zonas de ocio, por un lado con la zona íntima de la planta baja, y por otro con las escaleras que conectan todos los demás espacios. Las largas líneas de la composición de la casa están, de forma delicada, implantadas en paralelo al diseño de la parcela. La primera planta bajo la calle "esconde" el volumen, acentuando únicamente el volumen superior más pequeño que se cierne sobre el terreno.

Se utilizaron obras de arte y piezas de diseño firmadas. Para el salón, la obra de João Castilho "Dois Sóis" es la protagonista del ambiente, contrastando los colores con la pared de hormigón. Las piezas de interiorismo están firmadas por diseñadores brasileños como Pedro Franco, Sergio Rodrigues, Alfio Lisi, Marcus Ferreira, Carlos Motta, Luiz Paulo, Ana Neute, Alfredo Barbosa de Oliveira, Guilherme Wentz, Irmãos Campana, Jader Almeida, Baraúna, Aristeu Pires y Paulo Mendes da Rocha.


