Los clientes, una pareja joven con dos hijos, fueron meticulosos a la hora de elegir su apartamento. Querían un piso alto, con techos altos, abundante luz natural y acceso directo a la terraza. Como les encantaba ser anfitriones, el espacio debía poder albergar barbacoas al aire libre. Nino Zvarkovskaya, diseñador del proyecto, destaca el requisito esencial de una zona privada confortable, que incluya un amplio dormitorio principal con armario privado, un despacho y dos habitaciones para los niños, todo ello situado a la izquierda del gran vestíbulo de entrada, mientras que a la derecha hay un espacio público ventilado de doble altura.


La zona pública está dividida en tres secciones funcionales proporcionales: la cocina, el comedor y el salón. Las zonas de comedor y chimenea están estratégicamente situadas junto a las ventanas panorámicas, el elemento visualmente más llamativo. El suelo de parqué natural y las paredes pintadas en un suave tono lechoso unen visualmente estos espacios. Para convertir la voluminosa zona pública en un espacio más íntimo y centrado en el ser humano, las paredes están adornadas con molduras de estilo clásico y se han elegido grandes luminarias que aportan calidez y grandeza.


En el espacioso salón-comedor de doble altura, una mesa de comedor sirve de centro de atención, con los respaldos semicirculares de las sillas haciendo eco de las delicadas líneas de las lámparas colgantes situadas encima.


La pared divisoria revestida de mármol incorpora un panel de TV y una chimenea, con la característica arquitectónica de unos peldaños de escalera flotantes detrás, que conducen a una terraza en la azotea. Nino subraya la importancia de mantener la ligereza y amplitud del salón, evitando el desorden y resaltando al mismo tiempo la sofisticación del interior. La combinación de materiales naturales y una escalera en voladizo diseñada a medida consigue el efecto deseado de elegancia sin excesos.


Los apliques alargados de inspiración art déco enmarcan una hornacina en la que se expone un cuadro del artista francés François Souk. Los candelabros planos en forma de anillo iluminan el comedor, mientras que la chimenea queda realzada por los exclusivos apliques de cristal, también utilizados en la cocina. La pieza central de la cocina es una isla revestida de cuarcita natural con iluminación integrada.



En las dependencias privadas del ático, la clave fue un enfoque personalizado de la organización del espacio y la creación de muebles a medida. Nino Zvarkovskaya diseñó una estantería única para el despacho y mamparas de espejo con inserciones de mármol natural en el dormitorio principal. Estos elementos amplían visualmente el espacio y sirven para ocultar el cuarto de baño. Para satisfacer la demanda de funcionalidad y estilo de los clientes, cada bloque interior ofrece amplios espacios de almacenamiento y utilidad, perfectamente integrados y ocultos tras altas puertas de armarios diseñadas a medida.


La audaz manipulación de volúmenes y texturas, junto con la sutil interacción de tonos y materiales naturales, define el carácter y el tono de este sorprendente interior. La visión de los clientes, que en un principio buscaban un aspecto contemporáneo en una paleta de grises apagados, evolucionó gracias a la colaboración, ganando en calidez y acogimiento. Este ambiente se consigue mediante el uso de materiales naturales, el diseño de muebles a medida y una meticulosa atención a la iluminación, sello distintivo de cada proyecto del diseñador, que comparte sus ideas sobre el concepto general.


