El proyecto se refiere a la renovación integral del interior de 2 edificios existentes, que integran las áreas de servicio de Mealhada, en la autopista A1 que une las ciudades de Oporto y Lisboa. Los edificios están situados uno frente al otro, dándonos indicaciones desde la autopista. Aunque los dos edificios eran morfológicamente diferentes, se pretendía que en el interior fueran prácticamente iguales en cuanto a ocupación y concepto arquitectónico. Aquí estaba el principal reto. La región donde se ubican las Áreas de Servicio de Mealhada tiene unas características gastronómicas muy arraigadas, siendo ésta la razón de dotar a estos espacios de unas condiciones especiales de uso, como, por ejemplo, un buen restaurante en el que la gente se sienta a gusto y opte por no salir de la autopista para comer.
El programa ocupacional era muy completo. Además del restaurante, había que prever un autoservicio, un espacio de puestos de trabajo, un self-catering, una zona infantil, una explanada y toda una zona de servicios de apoyo, que integra cocina, almacenes, balnearios y cámaras frigoríficas. Una particularidad que se puso en práctica en este proyecto fue la creación de aseos "sin contacto". Sin puerta de acceso, pero con bahías que impiden la visualización para el interior y lavabos con dispensador de jabón, agua y secador. Todo sin tocar el objeto ni ninguna superficie.
La distinción de las distintas zonas dentro de los edificios también se refleja en los acabados. En el salón, los techos forman pirámides de madera, en el vestíbulo se colocaron barandillas de protección de la autopista en el techo, al igual que las mamparas que separan las zonas permitiendo cierta transparencia entre espacios asegurando la privacidad deseada. Los materiales seleccionados se eligieron cuidadosamente para garantizar su durabilidad en el tiempo y también su fácil mantenimiento. En el exterior, manteniendo en la medida de lo posible la construcción existente, hicimos las ventanas más anchas, proporcionando más luz al espacio interior y cambiando los revestimientos exteriores por materiales más contemporáneos, como el acero corten en las rampas de acceso al edificio.
