El diseño de este centro de educación temprana desafía la definición tradicional de "aula", interpretada comúnmente a partir del Código de Educación Temprana como una habitación delimitada por cuatro paredes con 35 pies cuadrados de espacio por niño. En cambio, el aula se reimagina como distintas zonas de actividad con características espaciales específicas que corresponden mejor a la calidad y el nivel de actividad que se encuentran en ellas.


Los objetos "vivos" delineados actúan como islas en el plano abierto para acomodar el aprendizaje y la exploración concentrados y tranquilos en pequeños grupos para 90-100 niños. El "patio" abierto entre las viviendas permite a los niños participar en juegos de motor grueso, un programa de almuerzo de semilla a mesa y actividades de grupo más grandes. Esta oscilación entre el aprendizaje enfocado y el territorio de juego libre refleja el programa innovador, creando un espacio que es sensible a las necesidades de los niños a medida que se mueven a través de las etapas de crecimiento y los momentos del día. Las formas atrevidas de los objetos de la casa envuelven interiores tranquilos y silenciosos con una iluminación indirecta adaptada a su forma. En el exterior de las casas, un techo alto lleno de aberturas iluminadas por el cielo difunde la luz natural a través de una pantalla de deflectores acústicos en los patios, asegurando que se sientan y observen los ciclos diurnos.



La redistribución radical del espacio de las aulas también tiene un impacto en el contexto local del barrio. El espacio motor grueso, la cocina comercial y los espacios de juego adyacentes en forma de patio están ocupados por la comunidad en general para las clases de música, las obras de fin de semana de invierno y la educación continua por las tardes y los fines de semana cuando el programa de aprendizaje temprano del centro no está en funcionamiento.

