Al igual que la Villa Maison Noir, la Villa Verte - llamada así por su entorno densamente arbolado - iba a ser un escaparate para el diseño de muebles, arte y artesanías emocionantes. Pero primero había que diseñar la estructura, y para lograrlo, el dúo contó con la ayuda del talentoso arquitecto local Thomas Leach.
Haciéndose eco de la estructura de "pueblo" de la Villa Maison Noir, con sus cinco tejados de puntas que simbolizan los cinco elementos, la Villa Verte combina armoniosamente espacios privados y abiertos. Este hilo común continúa con fuerza a lo largo de la estructura, con las habitaciones privadas en voladizo en los árboles dando al espacio la apariencia de una casa de árbol bellamente decorada, exponiendo a sus ocupantes a vistas panorámicas de las montañas circundantes. Los espacios interiores espaciosos permiten a los huéspedes respirar.
La forma circular de la villa en sí es otro guiño a la naturaleza. "Las curvas y los círculos se utilizan en toda la propiedad porque nada en la naturaleza es cuadrado o rectangular, incluso en su forma más celular", comenta Leach. "Los elementos circulares representan la igualdad, la inclusión, la unidad, la sostenibilidad y, por supuesto, el círculo de la vida.
Este enfoque se extiende desde la arquitectura exterior hasta el diseño interior. "El uso de curvas en lugar de esquinas en todo el espacio suaviza subliminalmente el conjunto, haciendo que la gente se sienta cómoda de una manera que otros lugares no pueden", dicen los propietarios Ed Gray y Jim Brett. Desde las formas orgánicas hasta la paleta de colores, el papel tapiz y las texturas de las telas, la experiencia está diseñada para confortar e inspirar.