Wielerdroom Heusden-Zolder es un complejo deportivo multifuncional con una pista cubierta de ciclismo de 250 metros y campos deportivos centrales en Flandes, al noreste de Bélgica. Con 16.000 metros cuadrados, el proyecto se construyó en un antiguo circuito de carreras y es el resultado de un concurso municipal ganado por la empresa de Amberes B-architecten en colaboración con la empresa local dbv architecten.
El edificio está diseñado para adaptarse a la forma de su emplazamiento trapezoidal e inclinado, que forma parte de una red ciclista regional y de rutas de senderismo por los bosques circundantes. La estructura en forma de pastilla está bien orientada, con un frente público claramente visible y una parte trasera logística. También conecta con la pista de carreras existente a su lado.
El campo central principal y la pista están sustentados por 1.000 asientos fijos y 1.000 móviles rodeados por conchas concéntricas llenas de componentes secundarios del programa que incluyen un gimnasio, un laboratorio de ejercicios, un centro médico, una cafetería con terraza, salas de reuniones y oficinas. El complejo se diseñó para ser utilizado por atletas recreativos, aficionados y profesionales, así como por visitantes, personal logístico y administrativo y personal médico. El edificio permite múltiples usos simultáneos con flujos de circulación separados y se apoya en tecnologías que modulan el control de acceso para lograr un edificio eficiente, fácil de usar y verdaderamente polivalente.
Una envolvente modular de alto rendimiento, con altos valores de estanqueidad al aire y bajo aislamiento, y acristalamientos con un factor de ganancia solar adaptado a la orientación del edificio ayudan al complejo a reducir los costes energéticos. Su tejado también está equipado con paneles solares fotovoltaicos con una capacidad total de 319 kilovatios pico (kWp).
El equipo de diseño colaboró con el socio constructor Machiels Building Solutions para prefabricar la fachada de 2750 metros cuadrados de forma circular. Los paneles sándwich se fijan con conexiones en seco que permiten desmontarlos y reutilizarlos. En los lugares donde se desea interactuar con el entorno, por ejemplo en la entrada del edificio, los módulos de fachada, que de otro modo serían opacos, se rellenan con acristalamiento, lo que crea acentos en la envolvente y permite la conectividad visual con los bosques circundantes.
Los elementos de la fachada están construidos con paredes de entramado de madera que garantizan una acústica óptima dentro del edificio. Las paredes y los techos también están equipados con paneles de cemento de lana de madera que absorben el sonido. La construcción ligera del tejado consiste en una cubierta de acero perforado con aislamiento de lana de roca. Para limitar la transmisión del ruido entre las distintas instalaciones deportivas, se han duplicado las paredes divisorias comunes.
Al igual que en la fachada, el principio de los elementos de construcción desmontables también se aplicó a los tabiques intermedios para permitir una sencilla reorganización interna. Los pilares prefabricados de hormigón están rematados por una estructura de cubierta de cerchas de acero que también puede desmontarse y reutilizarse tras la vida útil del edificio. En lugar de trabajar con cubiertas inclinadas clásicas, la forma del tejado se adapta a una pendiente parabólica, lo que supone un ahorro de material del 24% en comparación con una cubierta inclinada clásica.
Para obtener la homologación de la Unión Ciclista Internacional (UCI) como pista cubierta de ciclismo de la máxima categoría, se tuvieron que cumplir unas condiciones de diseño especialmente estrictas. Entre ellas se encuentra el rígido control de las corrientes de aire y los movimientos de aire no deseados para garantizar el correcto registro de tiempos en las competiciones oficiales, lo que plantea el reto de equilibrar la calidad del aire interior con el confort térmico tanto en verano como en invierno. El intercambio de aire suficiente se consigue aumentando los caudales de ventilación en las salas de trabajo y la vigilancia continua del edificio mediante sensores, que ordenan la ventilación sólo cuando y donde es necesario.
Para reducir el impacto del edificio en el medio ambiente, se utilizaron varios elementos de diseño in situ. Un cañaveral de percolación situado en el punto más bajo del emplazamiento sirve de rebosadero para los pozos de agua de lluvia, con el fin de reinfiltrar en el suelo el agua de lluvia procedente de un tejado especialmente grande. Unas 170 plazas de aparcamiento están construidas con losas de césped de plástico para limitar la cantidad de pavimento necesario en el emplazamiento. Y la plaza del parque recreativo de la entrada del complejo está construida como pavimento con juntas permeables al agua.
