Yango Zhang, propietario de Ichi, ya había construido algunos locales para su empresa de sushi para llevar, pero con esta última aventura quería hacer hincapié en la experiencia gastronómica. Las anteriores identidades de Ichi se crearon inspiradas en las estaciones y el tránsito.
Masquespacio propuso así alejarse de las representaciones literales y convencionales del "viaje", conservando la esencia de esa identidad y evolucionándola hacia una más conceptual. El equipo de diseño español propuso como solución utilizar la luz para viajar al futuro.
"Con este look más futurista tuvimos la oportunidad de representar el innovador sushi que se muestra en el menú lleno de sabores y colores de Ichi, desarrollado por Yango, en colaboración con el chef Haruo Ichikawa", explica la directora creativa de Masquespacio, Ana Hernández.
La ubicación del proyecto, en un edificio de principios del siglo pasado en un famoso bulevar milanés, merece especial atención. La anterior intervención de diseño parecía representar arcos y bóvedas, muy acordes con el estilo arquitectónico de la época en que se construyó el edificio, pero Masquespacio decidió prescindir de esos elementos tradicionales y transformar la zona en un concepto contemporáneo y en nuestra propia cápsula de viaje en el tiempo.

Como resultado, Ichi está influenciado por los años 90 y simboliza un viaje a través de la luz que te transporta a experimentar sus sabores únicos y diversificados mientras cenas en una nave espacial futurista. Como en todo el trabajo de Masquespacio, se desarrolló un lenguaje único para producir una identidad propia con muebles hechos a medida. Las mesas de cristal con iluminación interior proporcionan a los comensales una experiencia gastronómica especial.
En cuanto a la elección de los materiales, el objetivo era emplear sustancias sencillas y no adulteradas, como el vidrio y el microcemento, para producir superficies homogéneas que sirvieran de recordatorio visual de la nave espacial que se pretende exponer.
El elemento más destacado se encuentra en la segunda sección del restaurante, donde una semiesfera conduce a un túnel en el que se puede asistir a una actuación en directo de los chefs de sushi de Ichi y donde el techo se ha bajado hasta el nivel más bajo imaginable. El uso de un sistema de iluminación indirecta por leds con colores RGB, que puede cambiar el ambiente en función de la hora del día, es la última característica a destacar.