En el corazón de la región de Kakheti, al este de Georgia, el Lopota Lake Resort and Spa acaba de inaugurar un club de jazz diseñado por el estudio de arquitectura georgiano David Koiava, de Design Avenue. Este concepto, que rinde homenaje a las montañas del Cáucaso y al patrimonio de Georgia con un local de jazz único en su género, se desmarca de la escena de jazz underground habitual en el país.
Situado sobre un fondo de montañas espectaculares, el edificio independiente presenta un exterior redondeado de hormigón y piedra con grandes vigas de madera espaciadas uniformemente que rodean un atrio al aire libre con poca luz. Entre las gruesas vigas hay árboles, que hacen referencia al patrimonio natural de la región y a su proximidad a la naturaleza.
En el interior del club, los visitantes son recibidos por mesas independientes situadas entre un escenario elevado a un lado y una elegante barra con mostradores negros brillantes al otro. En el otro extremo de la sala, sobre la barra, se sitúan unas acogedoras cabinas que ofrecen a los clientes un segundo nivel desde el que contemplar el escenario y el entorno a vista de pájaro.
Una paleta de colores cálidos y tenebrosos marca la pauta, junto con las telas de Pierre Frey y una iluminación atmosférica elegida para reflejar el ambiente de jazz. La exquisita lámpara colgante de cobre del bar y los muebles clave de las marcas Pianca, Pedrali y Farm Living acentúan el espacio.
Guiados por la experiencia del líder mundial finlandés en ingeniería acústica Akukon, todos los aspectos del club, desde su construcción hasta la elección de los equipos y su colocación, respetan las leyes aerodinámicas de la acústica. Esta meticulosa atención al detalle garantiza una experiencia sensorial de calidad de sonido prístina, realzando el ambiente del club de jazz.
Con su énfasis en el lujo sostenible, la arquitectura y el enriquecimiento cultural, el club simboliza la transformación del complejo, que ha pasado de ser un pequeño hotel familiar a un destino de categoría mundial.
