«Siempre he sentido una atracción especial por el Ensō, el símbolo del círculo, por lo que representa, la iluminación, la plenitud, el todo y la nada. Llegados a ese punto, tratar de dar tridimensionalidad a ese gesto para mí ha sido un paso natural»
Enzo Catellani
En el antiguo arte de la caligrafía japonesa (shodō), el Ensō es una alegoría de la plenitud y la iluminación; un círculo perfecto en su imperfección que brota de un gesto manual, delicado y espontáneo. El Ensō es la vida que nace para evolucionar hasta su plenitud. Y, como la vida, un Ensō nunca es igual a otro. Durante su estancia en Japón, Enzo Catellani descubrió la belleza de estos gestos, lentos y precisos, practicándolos todavía hoy para intentar desvelar su esencia. Y es así como el delicado movimiento del pincel se traslada a la tridimensionalidad,transformándose en «objeto» en la nueva creación: Ensō.

El círculo azul, pintado a mano, reproduce el resultado de ese gesto inmediato como si se hubiera trazado en el espacio. El punto de origen de Ensō parece imbuido de tinta que se desdibuja hasta llegar al final de su ejecución. El color, que se atenúa durante su recorrido, no llega a cerrar el círculo, sino que interrumpe deliberadamente el principio y el final de un ciclo porque todavía hay un resquicio para el crecimiento y la evolución.
El círculo escultura descansa sobre una base de latón, mientras que la fuente de luz LED, para la que se ha utilizado un innovador sistema inalámbrico de conexión y distribución pendiente de patente, se oculta tras la estructura de la lámpara para generar en la pared un efecto de luz difusa.





