Fundada en 1997 por compañeros de universidad apasionados por el arte, la arquitectura y el diseño, Blu Dot es un fabricante y diseñador de muebles modernos. Los muebles de Blu Dot se pueden encontrar en muchas tiendas de diseño independientes, en Internet y en los propios establecimientos de la empresa. Con el contrato de arrendamiento de su primera tienda en San Francisco, en la calle Valencia, a punto de expirar, Blu Dot encontró el lugar ideal al pie de Potrero Hill, entre otras empresas orientadas al diseño, un par de edificios vacíos en la esquina de las calles Missouri y 17.
El edificio del número 99 de Missouri era antes la sede de ARCH, una empresa de suministros gráficos muy conocida entre los arquitectos de San Francisco. El propietario decidió ampliar el edificio junto con su vecino, un antiguo taller de carrocería. Se rescindió el contrato de arrendamiento que ARCH había mantenido durante más de dos décadas. Las dos parcelas se unieron y las estructuras originales de hormigón se mejoraron estructuralmente para poder construir dos plantas más. Sin embargo, los planes de desarrollo no prosperaron y los dos edificios se convirtieron en un adefesio en un distrito que, por lo demás, estaba experimentando un vibrante crecimiento.
La colaboración es el sello distintivo del pensamiento de diseño de Blu Dot, y la transformación de los dos edificios en una nueva sala de exposiciones fue un esfuerzo conjunto entre el arquitecto local y los propios diseñadores de Blu Dot. La nueva visión partió de un punto en bruto: el proyecto de urbanización se abandonó después de que se hubieran instalado refuerzos antisísmicos para dos plantas más, así como una segunda planta, cubierta como un tejado "provisional". La planta baja era de tierra y las ventanas estaban tapiadas. En consecuencia, el diseño surgió como una combinación de sustracción y adición de elementos estructurales y arquitectónicos.
Se eliminaron los refuerzos superfluos y los muros internos para abrir el interior, y se suprimió una falsa fachada en la esquina (nunca terminada). Se ampliaron las aberturas de las ventanas para crear un ritmo exterior organizado y dejar entrar más luz. Se añadió una extensión de parapeto de hormigón formado con tablas para proporcionar un remate horizontal uniforme. Los marcos de acero de las ventanas, que sobresalían de la fachada como ventanas Tiffany de gran tamaño, se diseñaron en consonancia con la escala de las ventanas industriales de los edificios cercanos.
El diseño interior se planteó como el de una galería: el espacio como armadura en la que exponer arte, en este caso, la línea de productos de Blu Dot. Los suelos se escalonan para que queden enrasados con las rasantes exteriores a distintos niveles, y se acaban con tarima de madera no variegada u hormigón pulido. Las instalaciones interiores se integran con los elementos estructurales, lo que da lugar a un interior sencillo y nítido. La envolvente interior está pintada de blanco para servir de fondo a las piezas expuestas. Se construyeron zócalos en el lado interior de las ventanas emergentes para poder exponer los muebles a la altura de los ojos desde el exterior.
Aunque conocido por sus valores progresistas, los planificadores y grupos vecinales de San Francisco exigen una expresión arquitectónica más bien conservadora, típicamente contextual. El objetivo de esta transformación era dotar a Blu Dot de una expresión arquitectónica coherente con su ethos de diseño de mobiliario, pero que al mismo tiempo encajara con el carácter industrial del distrito, establecido hace tiempo.
