La ciudad de Castro, capital y ciudad administrativa de la isla de Chiloé, en su crecimiento urbano, producido en gran medida por la industria acuícola y turística, hoy demanda viviendas en la ciudad, las cuales actualmente se emplazan y desarrollan en la periferia.


El barrio Pedro Montt si bien se ha convertido en un barrio principalmente turístico, debe al igual que la ciudad densificarse y reflejar diversos usos y programas.
La incipiente necesidad habitacional y la excelente conexión del terreno, define la vocación habitacional del edificio.


El edificio se plantea desde un principio como un gran galpón de estructura de acero, reconociendo y evocando el carácter de puerto que caracterizo a Castro a principios de siglo, cuando era puerto libre y donde el actual terreno era una parada improvisada del tren que unía Ancud-Castro. La forma también reconoce y reinterpreta, los grandes galpones palafitos que existieron hasta el gran incendio del año 1936 los hizo desaparecer.


El edificio define su altura considerando los 15 metros de la altura del cerro que tiene a su espalda y no los 25 metros que permitía el plan regulador de la ciudad. Logrando así mantener una escala acorde al barrio.
El edificio destaca la vista privilegiada al mar, levantándose un piso, y mirando sobre los techos de los palafitos, albergando en el primer nivel, el acceso y los estacionamientos.

Los departamentos se desarrollan en los pisos siguientes, como plantas libres, enmarcando la vista hacia el canal de castro. Las plantas de los departamentos funcionan como plantas libres, en donde el espacio común y zona de dormitorios son separados por un núcleo húmedo: cocina-baño-logia, dejando a libre uso y disposición el resto del departamento.

