Casa Calma es una casa unifamiliar de nueva construcción, ubicada en el parque natural del Montnegre i El Corredor, un espacio natural protegido en la provincia de Barcelona (España), cuyo diseño responde a los estándares PassivHaus. El autor del proyecto es el estudio de arquitectura e interiorismo @_havital que ha hecho que la casa cumpla con una alta exigencia en cuanto a eficiencia energética, sostenibilidad y salud. Asimismo, otra de las premisas principales fue la conexión con el exterior y el respeto visual por el paisaje.




Casa Calma es la residencia de dos núcleos familiares de 4 personas cada uno en tan solo 230 m2, dónde aloja 8 habitaciones, 4 lavabos, un aseo y una gran zona socia equipada con cocina abierta y zona de colada. La eficiencia del diseño fue clave para obtener los resultados y exigencias de éstas familias, que querían las máximas prestaciones en los mínimos m2. Una de las grandes premisas fue la apertura al exterior y el respecto visual al parque natural que la vivienda tiene delante.



Se ha utilizado una amplia variedad de soluciones de materiales de bajo impacto y máxima sostenibilidad. La estructura consiste en un sistema de entramado ligero con aislamiento de lana de roca. El aislamiento de fachada se ha construido con un sistema SATE con el mismo tipo de aislamiento, y un revoco de mortero a la cal de un proveedor local.



El pavimento de cemento fratasado en planta baja es la misma losa de cimentación aislada para así eliminar materiales superpuestos e innecesarios y el pavimento de planta primera es un parquet natural de madera de roble con barnices naturales. El revestimiento de paredes interiores también se realizó con mortero a la cal local, excelente material transpirable y que actúa como desinfectante natural. Los cerramientos son de triple vidrio con control solar, excelentes para el aislamiento de la vivienda.



En cuanto al sistema para la producción de agua caliente sanitaria se optó por dos bombas de calor aire-agua. Para la ventilación se ha usado un recuperador de calor de doble flujo que mantiene la vivienda siempre ventilada sin necesidad de las perdidas calorificas que supone ventilar de la forma tradicional.


En cuanto al sistema de climatización, en esta vivienda se optó simplemente por instalar una pequeña estufa de pellet en la zona común, que aporta el calor necesario para los días más fríos de invierno. El resto del año, la vivienda actúa como propio regulador de la temperatura y no necesita aporte de frío ni calor gracias al aislamiento térmico tanto exterior como interior.
