El proyecto fue resuelto a través de la búsqueda de espacios íntimos y privados, al mismo tiempo aprovechando los paisajes y vegetación circundante del terreno, el cual se encuentra ubicado en una zona exclusiva a las afueras de la Ciudad de Mérida, rodeado de selva yucateca.
Inspirados en los patrones de los textiles de las fibras de henequén, se genera una estructura triangular suspendida, recubierta de piezas de concreto prefabricado hecho en obra, elemento que marca el acceso a la casa y dota de privacidad a las áreas sociales mediante un jardín interior.
La luz se vuelve protagonista en el muro de concreto al generar un juego de sombras sobre la fachada, que además de generar riqueza estética, baja la incidencia del sol y el calor hacia la casa, actuando como fachada ventilada.
En el interior de la casa todos los espacios se abren hacia jardines privados a través de celosías conformadas por tubulares de aluminio.
En la azotea, está situado un roof garden que actúa como aislante térmico para las recamaras en segundo nivel. Al mismo tiempo permite disfrutar de la brisa y flora yucateca.
A esta área se llega a través de una escalera escultórica de tubulares de aluminio la cual se encuentra sobre la alberca. El posicionamiento de estos elementos fue inspirado en las estalactitas y cenotes de la zona.
Todo el proyecto está resuelto de acuerdo a los parámetros de sustentabilidad LEED. Utilizando sistemas de recolección de agua pluvial para su reutilización en riego e instalaciones sanitarias. Las fachadas se recubrieron con materiales aprobados por el GBC.
Entre otras tecnologías con las que cuenta el proyecto están enfocadas en el ahorro energético están: Sistema de domótica y automatización de cortinas, azoteas verdes, sistemas de iluminación natural por medio de domos inteligentes, y el recubrimiento de ventanas con membranas contra rayos ultravioleta; todo en conjunto mantienen la casa a una temperatura confortable, lo cual reduce el consumo de energía en el sistema de aire acondicionado.