El diseño de este apartamento crea espacios en diálogo, integrando zonas sociales, al tiempo que sigue, a petición de los clientes, una estética muy específica, inspirada en los lofts neoyorquinos.
Esta aproximación a la estética americana se consigue a través de carpinterías más oscuras, que restan minimalismo a la composición del apartamento y sacan partido a la librería. Concebida como solución para separar ambientes y dar cabida a la extensa biblioteca de la pareja,la librería gana protagonismo en el proyecto, que se distribuye en torno a ella.
El salón, integrado con el comedor, puede conectarse con la cocina a través de un panel de suelo a techo. El programa también incluye un cine en casa, cerca de la zona social, y dos suites, una de ellas principal.
Para garantizar el equilibrio al conjunto final del proyecto, la librería de madera oscura contrasta con los demás acabados de las paredes y suelos del apartamento, todos en tonos claros. Por último, atendiendo a la necesidad de adaptar el espacio para el despacho en casa, la mesa de comedor se "transforma" en banco de trabajo, pudiendo desplazar su extremo cercano al marco, creando así una zona independiente para trabajar.
Los interiores presentan muebles firmados por Jorge Zalszupin, como el sillón Anette y las sillas de comedor Senior; la mesa Adobe 2, de Guilherme Wentz, la lámpara de Sergio Rodrigues y la mesa auxiliar de Lucas Recchia. Hay piezas diseñadas por Arthur Casas, como la mesa auxiliar Ettore, el taburete Disco y la mesa de comedor/trabajo Log.
