Reforma interior de una vivienda unifamiliar construida en 1996 en el centro histórico de Delft, rodeada de casas tradicionales. La vivienda contaba con doble frente, hacia la calle y hacia los jardines interiores.
La transformación concierne principalmente a la organización interna, excepto en la parte posterior, donde se crea un patio abierto como consecuencia del desplazamiento de la fachada.
A pesar de las grandes superficies acristaladas, la distribución interna no favorecía la fluidez, había espacios insuficientemente iluminados y visualmente segregados. El proyecto altera el orden espacial y se desarrolla en torno a estas premisas:
1:: Mantener los dos frentes acristalados y potenciar las transparencias interiores, y con el exterior.
2:: El muro lateral se recrece progresivamente para albergar funciones (almacenaje / cocina / pasarela). La cocina se desarrolla así en perpendicular a las fachadas, creando un espacio central en doble altura, una suerte de vórtice en torno al cual convergen la luz, el espacio y las circulaciones.
3:: Todos los espacios se encadenan, y la luz recorre todas las estancias, directa o indirectamente, a través de artificios quepotencian el aprovechamiento de las condiciones lumínicas a través del continuo espacial en diagonal.
