Gran pulmón verde que integra a su contexto natural con las actividades sociales que se desarrollan en el complejo alrededor de las 56 residencias de lujo ubicadas en Aldea Zamá, Tulum.
Copal emerge dentro de la selva en la región costera del caribe mexicano, tierras de abundantes árboles sagrados y de mucha vitalidad en su biodiversidad. Tulum es una comunidad en crecimiento acelerado donde la energía mística de su naturaleza y de sus antepasados han atraído a visitantes e inversiones de distintas partes del mundo. Este pequeño poblando de aproximadamente 40,000 mil habitantes se ha caracterizado por adoptar un estilo y un fuerte énfasis al diseño arquitectónico, creando un carácter local de respeto al entorno, así con una esencia basada en los materiales de la región.
El proyecto se ubica al norte del desarrollo Aldea Zamá, el cual cuenta con áreas de uso comercial, hotelero y espacio público. Esta área de la ciudad a diferencia de otras zonas de crecimiento, cuenta con los servicios e infraestructura necesaria para albergar la densidad planeada en el plan de desarrollo urbano de Tulum.
Este desarrollo tiene previsto conectarse con los barrios de Tulum para formar parte de una ciudad permeable e integrada, cuando esto suceda y las conexiones se habiliten, la calle Osiris Sur donde se encuentra el Palacio Municipal y la Plaza Principal de Tulum Pueblo se conectaría con el proyecto de Copal, llevando el recorrido hasta la zona comercial, corazón del desarrollo de Aldea Zamá, consolidando una localización estratégica del proyecto para futuro de la ciudad.
El complejo está compuesto por 56 viviendas distribuidas en casi 9,000 m2 de construcción, esto en un predio esquinero de 5,465m2 que colinda al sur-este, opuesta a la calle, con un espacio de conservación natural de acceso público y el cual alberga un cenote semi-abierto rodeado de una gran diversidad de árboles. El contacto con este espacio verde fue clave para la conceptualización y desarrollo del proyecto, donde se buscó una fuerte relación de las viviendas con el verde y el agua.
La intención principal del proyecto consistió en generar una conexión con el área de conservación del fraccionamiento y su cenote, creando una gran selva verde en su interior, logrando una atmosfera en equilibrio con el entorno
El concepto de la distribución se basó en crear una conexión verde que integre el área de conservación, con un jardín central contenido por los bloques de vivienda, generando que la vivencia de los espacios interiores siempre estéacompañada de vistas verdes y protegidos de la radiación solar, creando un ambiente de confort e integrado al contexto. Al pasear por este jardín central en planta baja, los árboles y el paisajismo crean una atmosfera selvática muy natural y da privacidad a las viviendas.
La vocación del jardín central fue conservar la mayor cantidad posible de vegetación sin importar su tamaño o especie, así como albergar las principales amenidades del proyecto. Una piscina con acceso tipo playa, carril de nado semi-olímpico integrando islas de vegetación; una pequeña alberca climatizada con un espacio para masajes; y el cenote club, un espacio culinario y de esparcimiento de dos niveles enterrado en la selva y atravesado por los árboles existentes, brindando privacidad, así como una atmósfera amigable y fresca.
Los volúmenes se rompen para generar bloques ligeros y discontinuos, en estos espacios se crearon jardines y los accesos verticales a las viviendas.
En los bloques de vivienda se buscó una estrategia para complementar la sensación de vistas verdes y espacios iluminados naturalmente, se insertaron patios centrales de luz en cada bloque, los cuales ayudan a ofrecer una mejor experiencia de los usuarios gracias a las buenas vistas y muy buenas condiciones de iluminación y ventilación cruzada en gran parte de los departamentos.
La relación del usuario con el agua se logra desde el cenote contiguo al predio, pasando por la alberca común principal, la piscina climatizada y por todos los departamentos de planta baja y pent-houses que cuentan con su plunge pool privada, por último, en el bloque oeste se encuentra una alberca infinity en el nivel más alto del edificio, generando así un espacio panorámico con vista a todo el pulmón verde y una perspectiva franca al atardecer.
Al exterior las terrazas y jardineras componen una estéticaque integra las fachadas del proyecto, teniendo como función amortiguar de calor para el interior.
La volumetría del proyecto juega con grandes terrazas voladas recubiertas de acabado en cemento pulido con chukum, las cartelas de piedra caliza local componen los elementos verticales de apoyo, que son abrazadas por las franjas horizontales llenas de vegetación. Los bloques son atravesados verticalmente por aberturas que alojan las circulaciones verticales de cada bloque y fragmentan la sensación horizontal de los módulos. Estas franjas que conforman todas las aristas de las fachadas brindan mediante la vegetación un amortiguamiento de radiación solar, crean una vista verde desde el interior y desde las fachadas, logrando un lenguaje integrador del diseño.
Junto al cemento pulido con agregado de chukum y la piedra maya, se complementa una paleta de colores cálidos y homogéneos, con la utilización de maderas tropicales como tzalam, caoba y pucté, obtenidas de la región de Noh-Bec, una zona de manejo forestal sustentable del sur de Quintana Roo. La paleta de materiales la terminan de conformar las cuerdas de henequén, bahareques y acero para dar tonos de contraste a los materiales naturales que componen en su mayoría los acabados del proyecto.
Una característica importante sobre las unidades, es la cantidad de posibles experiencias que ofrecen las diferentes tipologías: desde departamentos de 2 recámaras con posibilidad de dividir en lock-off; a town-houses de dos niveles con jardín; pasando por pent-houses con alberca en la azotea y grandes vistas de la selva; y suites para una experiencia más hotelera.
En conclusión, el proyecto de Copal Tulum busca ofrecer a los usuarios una experiencia hotelera en su propio departamento, en relación directa con las bondades de la naturaleza que el sitio ofrece. Las amenidades permiten este contacto con una vivencia natural y desde el interior la arquitectura ofrece una experiencia integral de confort y sensaciones.
Versión Corta
Un gran pulmón verde que integra a su contexto natural con las actividades sociales que se desarrollan en el complejo de 56 residencias de lujo en Aldea Zamá, Tulum.
La intención principal del proyecto consistió en generar una conexión con el área de conservación del fraccionamiento y su cenote, creando una gran selva verde en su interior, logrando una atmosfera en equilibrio con el entorno. Este pulmón brinda vistas verdes a todas las unidades, así como una privacidad controlada respecto a los bloques y las circulaciones de planta baja.
Los volúmenes se rompen para generar bloques ligeros y discontinuos, en estos espacios se crearon jardines y los accesos verticales a las viviendas.
El complejo ofrece una variedad de unidades que brindan flexibilidad de experiencias y de usuarios. En los interiores se refleja un ambiente rústico con materiales regionales, piedra, maderas tropicales y el cemento pulido con resina de chukum.
Al exterior las terrazas y jardineras componen una estética integrada, funcionando como amortiguadores de calor para el interior. Los jiles de madera es el material orgánico que recubre los elementos verticales y da continuidad con un aspecto rústico conformado por materiales de la región.
Las amenidades configuran un uso dinámico de los espacios a través de la vivencia del pulmón verde, el recorrido por dentro de las copas de los árboles te hacen olvidar de los edificios que te rodean.
Se crearon zonas de contemplación y tranquilidad, servicios y entretenimiento, así como una terraza en la parte más alta del poniente que nos permite excelentes atardeceres y una vista general del proyecto.