Este mercado, situado dentro de un complejo turístico en Kissimmee, Florida, con más de 1.700 habitaciones, funciona como un mercado centralizado capaz de satisfacer las diversas necesidades de los huéspedes y, al mismo tiempo, gestionar eficazmente el gran volumen de visitantes. Los múltiples locales del complejo ofrecían diversos servicios pero funcionaban con horarios diferentes, lo que generaba ineficiencias. Este modelo descentralizado perdía oportunidades de captar el gasto de los clientes, aumentar las ventas y optimizar la dotación de personal en todo el complejo. El reto consistía en crear un mercado centralizado de 18 horas que cubriera todas las necesidades de los locales anteriores, fuera eficiente en las horas punta y permitiera la transición a lo largo del día para las distintas ofertas.
Desde las primeras fases del diseño conceptual, concebimos un espacio con un fuerte sentido del lugar, que captara la esencia tanto de Florida como del propio complejo. El diseño debía transmitir la sensación de haber pertenecido siempre a un lugar, combinando el encanto de lo pintoresco con elementos frescos y elegantes, todo ello manteniendo una estética atemporal. La ubicación del mercado se eligió cuidadosamente por su visibilidad y su amplio espacio para satisfacer las distintas necesidades de los clientes. El café era el elemento principal que atraía a los clientes al mercado cada mañana. Nuestro objetivo era guiarles por el espacio, mostrándoles las diversas ofertas con la esperanza de provocar compras impulsivas o simplemente familiarizarles con lo que podrían volver a comprar más tarde durante el día o la noche. El mercado ofrecía una amplia gama de artículos, como café, bebidas, yogures para autoservicio, dulces locales, alimentos frescos durante todo el día -desde ensaladas hasta sándwiches calientes- y bebidas alcohólicas para la noche.
Colaboramos con el propietario para encontrar una ubicación centralizada para el mercado en el corazón del hotel, dentro del Atrium Plaza. Nuestro diseño se inspiró en el periodo Decó de Florida e incorporó una paleta de materiales que reflejaba la Florida tropical. Cubrimos el equipo de servicio de alimentos con frentes de madera curvada y ratán, complementados con iluminación personalizada que también servía de señalización en determinadas zonas. Nuestro equipo de diseño fabricó personalmente elevadores artesanales e instaló placas giratorias personalizadas en las cestas de productos, lo que permitió reconfigurar la distribución del mercado a lo largo del día para gestionar el flujo de clientes en las horas punta. También ocultamos ingeniosamente una segunda zona de caja dentro de la carpintería, junto con una cafetería autoservicio para facilitar las prisas matutinas por el café artesanal. La paleta de colores incluye rosas y verdes, combinados con roble blanco cerámico, cálida carpintería de ratán, latón envejecido a mano, mosaicos personalizados en el suelo, encimeras de terrazo y azulejos marroquíes Zellige hechos a mano. El Marketplace se ha convertido en el vibrante corazón del hotel, evocando el encanto de un nostálgico mercado Art Déco con acabados frescos y contemporáneos, un espacio que celebra el pasado y el presente de Florida.
