La reforma de un piso modernista en el barrio del Putxet tenía una premisa clara en el encargo: incluir el almacenaje de 110 metros lineales de libros. Por ello, la biblioteca es la protagonista del proyecto. Las estanterías envuelven el espacio común y desdoblan la fachada como un abrigo de libros, fundiéndose con las antiguas ventanas, sus persianas y porticones. La cocina abierta es el otro elemento protagonista: la isla es un elemento geométricamente informal que se cuela en el espacio comedor, y fomenta las relaciones visuales y funcionales entre los espacios de estar y de cocinar.







