En los trópicos, las habitaciones de una casa pueden ser espacios interiores y exteriores que se superponen entre sí; la familia y la casa están en todas partes.
También se busca manifestar en la casa una forma de caracterizarse entendiendo el interior y el exterior como doméstico, incluso en el público y al aire libre; donde el exterior y el interior son continuos como una expresión sin barreras de esa domesticidad ampliada.
La casa está ubicada en los terrenos de un antiguo autocine en la ciudad de Valencia, capital industrial de Venezuela. Este autocine ya había moldeado el terreno en dirección este-oeste, cortando parte de la ladera de una colina e introduciendo una pendiente hacia lo que era la pantalla del cine. La casa está situada junto a uno de esos cortes del terreno, en la parte alta de la ladera.
La idea básica es proveer la construcción de espacios que puedan interactuar con el exterior directamente, vinculando a las personas con la naturaleza circundante y así la casa no se convierta en un caso hermético que pierda su conexión con el exterior, y también respetando el relieve natural de la mayor parte del terreno.
La estrategia implementada en la Casa Guaparo es concebir los espacios interiores como exteriores y viceversa, por lo que se presenta como una sucesión de interiores desplegados y exteriores deslizantes:
- Dos patios contenidos señalan, con naturaleza y luz, la frontera entre lo privado y lo social.
- Un canal de natación lo acompaña en su recorrido longitudinal.
- Terrazas exteriores, dispuestas en todas sus fachadas de diferentes maneras: la terraza junto a la habitación genera la duplicación de un espacio cerrado y al abrir las puertas genera un espacio abierto a la piscina y al exterior; la terraza junto a la cocina genera un espacio de salida a los servicios pero a la vez un espacio que hará mucho más agradable el trabajo en la cocina gracias a la conexión con el exterior; y la terraza privada junto a las habitaciones que incorpora el verde del exterior al espacio de descanso.
- Una terraza semisubterránea y cubierta, a modo de plaza, será escenario de múltiples actividades en las que prevalecerá la intención de un cine al aire libre, en contacto directo con las zonas verdes.
Esta sucesión de interiores y exteriores se acompaña de una cinta horizontal que entra y sale, que define y muestra las salas correderas, permitiendo la domesticación interior-exterior. Debajo de la cinta, se enmarca la dilatación interior-exterior de las habitaciones de la casa, mientras que, por encima, la cinta define exclusivamente en vidrio, la relación del interior con el entorno natural donde se encuentra la casa: en la falda de la colina y el cielo encima, la relación con el más allá.