Dado que el propio campus fue concebido según las normas del sistema americano LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), el diseño del espacio debe responder también a la idea de una utilización racional y razonable de los recursos.

Trabajando a través del concepto de diseño, los especialistas de la oficina combinaron el minimalismo y el futurismo - el espacio debía convertirse no sólo en moderno, sino también seguir adelante, reflejando el futuro.

A pesar de la superficie bastante grande del objeto (unos 700 m2), sólo se utilizaron dos materiales en la decoración interior: el porcelánico Laminam y el vidrio. Los diseñadores de MONO Arquitectos eligieron un solo material para el revestimiento, ya que esto hizo posible lograr la sensación de un espacio único, no sobrecargado con detalles innecesarios y sin distraerse del trabajo. Las paredes de vidrio transparente proporcionan la iluminación más natural durante todo el día.

En caso de que la luz natural no sea suficiente, el campus está equipado con un sistema de iluminación inusual: está escondido detrás de un techo de vidrio esmerilado. El brillo se ajusta con un regulador de intensidad, así que la intensidad de iluminación necesaria puede ser elegida según la hora del día. Todos los segmentos de vidrio del techo son removibles, lo que simplifica el uso y mantenimiento del sistema.

El paisajismo del espacio surgió como otra solución interesante. Se plantan árboles vivos alrededor del perímetro del local, y se equipa una pared verde en el área del salón.

Dado que los colores principales del proyecto son monocromáticos (varios tonos de gris) con la adición del rojo, los espacios verdes añaden calidez y amabilidad al espacio, sin desdibujar el concepto general del diseño: minimalismo, respeto al medio ambiente y libertad.