La casa está implantada en un bosquecillo de algarrobos en medio de una topografía ligeramente inclinada, tratando de influir mínimamente en el entorno natural. Se aprovecharon las ventajas de la sombra que arroja cada uno de los árboles existentes.
Se decidió que la casa tuviera una profundidad mínima para ubicarla en las llanuras más amplias del bosque y afectar a los algarrobos en la menor medida posible. Así, la casa se ejecuta como una barra de 7,50 m de ancho y 24 m de largo.

Uno de los algarrobos más desarrollados se adosó a la planta, actuando como pivote y articulador de los espacios. En él confluyen los accesos, el área social y los servicios. La intención fue siempre formar parte del bosque.
El acceso a la casa nos da la idea de "entrar en el exterior" permitiendo redirigir la vista al exterior de forma directa e inmediata. Un pequeño vestíbulo del algarrobo es el que divide las dos alas de la casa, una de servicio y otra familiar donde la cocina y el comedor se conectan directamente con una cubierta a través de una mampara corredera que se abre completamente al bosque y permite que las sombras se proyecten por todo el espacio.

A la izquierda se compone de un área social que se conecta a través del deck con el comedor, haciendo que las familias vivan la casa hacia el exterior y la circulación les permita conectarse desde el exterior de la casa. En esta ala también hay una sala multifuncional que se puede adaptar a las familias con una habitación, estudio o taller. Un espacio independiente que conecta con un patio de pequeñas dimensiones.
La circulación forma un eje importante en la casa ya que es un recorrido que une las dos alas en línea recta y permite apreciar la vista del bosque de lado a lado.

En la segunda planta, bajo la misma lógica, hay una zona con dos dormitorios que se abren a la mejor vista y una zona familiar que está en completa relación con el bosque frontal. Desde este punto parte un eje de circulación tipo galería que atraviesa el patio de algarrobos y llega hasta el cuarto máster.
Para la construcción de esta vivienda se propone un sistema constructivo resuelto principalmente en madera laminada y complementado con elementos metálicos de rigidización.

Toda la estructura se resuelve con elementos de sección 10x20cm para la estructura principal, 4x20cm y 4x10cm para los nervios o vigas secundarias y 10x40cm para los 7 elementos de rigidización.
Todas las uniones entre piezas de madera se resolvieron con tornillos, reduciendo únicamente los accesorios metálicos a placas de suelo.

En cuanto al material de cierre de la casa, se propone el uso del bahareque. Un sistema constructivo tradicional que consiste en marcos de madera, un entramado de caña o bambú, recubierto por ambas caras con una mezcla de cal, cemento y tierra.
El bahareque genera una cámara de aire que funciona como aislamiento térmico y acústico.

Se utilizó tierra del mismo terreno, de las excavaciones de los cimientos, sistemas, etc. El resto de la casa se cierra, en ventanas de madera y vidrio templado.
La casa utiliza un sistema de fosa séptica para la gestión del agua y un sistema de infiltración de aguas grises en el terreno.

