42 metros cuadrados de lujo
El minimalismo de lujo es cada vez más popular. Es un remedio perfecto para todos aquellos que están cansados de los estímulos excesivos, los objetos innecesarios y el consumo irreflexivo. Con esta idea, se diseñó un estudio en el barrio de Żoliborz de Varsovia para un aficionado a los interiores franceses.
Hasta hace poco, el minimalismo se asociaba a espacios vacíos y austeros, al sacrificio y a la resignación de las necesidades. Hoy en día, muestra una cara ligeramente diferente y es cada vez más popular. Sin embargo, la práctica de esta filosofía no se basa en el sacrificio, sino en elecciones conscientes y deliberadas. Los minimalistas lo ven como una forma de encontrar espacio y tiempo en la vida para lo que es más valioso, mientras eliminan lo que es indeseable.
Este estilo de vida se ha convertido en sinónimo de lujo y en una alternativa tentadora para quienes están cansados de los estímulos excesivos y las compras compulsivas. Esta filosofía también se refleja en el diseño interior. El mejor ejemplo es el estudio del distrito Żoliborz de Varsovia. 42 metros cuadrados de lujo diseñados por Studio Organic.
Diseñar un piso para un artista puede parecer un auténtico reto, pero Aga Kobus y Grzegorz Goworek lo aceptaron sin dudarlo. Sobre todo porque el cliente quería vivir de acuerdo con la idea de "menos es más", que también es cercana a los arquitectos. El espacio debía combinar el clasicismo francés y la modernidad, ser un lugar para vivir y crear. En este proyecto, la función quedó relegada a un segundo plano. Los arquitectos podían permitirse el lujo de ser un poco extravagantes porque no había necesidad de crear espacio de almacenamiento. En cambio, pudieron concentrarse en el espacio y en el buen diseño, que se destacó adecuadamente. En un espacio reducido, disponen de una sala de estar que hace las veces de lugar de trabajo con una cocina pequeña pero totalmente funcional, un dormitorio con un amplio armario y un baño.
El corazón del salón es una elegante chimenea falsa con sillones y una iluminación romántica. También hay un escritorio donde el artista crea y armarios llenos de libros de arte. En el dormitorio, no hay... una cama. Su función la cumple un cómodo colchón. Frente a ella hay un gran armario con puertas de cristal que amplían ópticamente el interior. En el piso, la cantidad da paso a la calidad: hay algunas verdaderas joyas de diseño, como las velas de Tom Dixon y los muebles de salón de Flexform. El conjunto es armonioso y sutil, creando la atmósfera perfecta para el trabajo creativo. Es seguro que más de una obra de arte intrigante encontrará su origen aquí.
