La casa Nereidas se sitúa en el barrio Nayades, en la ciudad de Pinamar, en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires. En la misma manzana que la casa Boulevard Eros, la casa se implanta sobre un terreno plano rodeado de un denso bosque de pinos jóvenes con algunos ejemplares grandes en el perímetro del predio. Pinos que generan “pinocha” constantemente y que definen ya desde un inicio una estricta lógica de libre evacuación de aguas pluviales. Se propone entonces una casa con techo a dos aguas y libre escurrimiento. Cubierta que perfora con patios y que se vuelve traslúcida según su necesidad, orientación y vegetación existente.
El encargo definía un programa ajustado en superficie, una casa pequeña en un terreno grande y con mucho frente. Esa situación define una vivienda en planta baja, alargada, poco profunda y extendida sobre el frente, incluyendo semicubiertos y vacíos para aumentar su volumen. Un primer vacío resuelve el acceso desde la calle, al sur, un segundo patio preserva dos pinos hacia el norte y el bosque de pinos jóvenes, en contacto con la galería.
El espacio principal de living comedor cocina, sobre el sur, se abre completamente hacia el fondo norte a través de una galería de techo traslúcido que vinculado por su cubierta a dos aguas parece conformar un único espacio profundamente relacionado. Los dormitorios y los sanitarios se ubican en los bordes, para reducir al mínimo la superficie de circulación y poder aislar la suite principal de los otros cuartos.
Vidrio, revestimiento plástico y madera son los materiales protagonistas que le confieren una estética contemporánea y despojada y un fuerte vínculo visual con el entorno. La propuesta, en este sentido, fue llenar los espacios interiores de luz natural, sin obstáculos visuales hacia el bosque y hacia la luz filtrada del norte.
